Por J. Humberto Cossío R.
La Guardia Nacional y el boxeo, se me vienen a la mente cada vez que veo las imágenes donde son correteados por delincuentes disfrazados de ciudadanos que los insultan, golpean y los toman como rehenes para lograr sus aviesos fines.
Los soldados, marinos y policías federales han cambiado de manera diametral sus estilos de enfrentar al enemigo.
De ser noqueadores se han convertido en estilistas.
Hace unos años, ¿quién se hubiera imaginado ver al ejercito y la marina convertidos en guiñapos a merced de la delincuencia organizada?
Las ordenes que tienen es la de no tocar ni con el pétalo de una rosa a los que los agreden y los convierten en el hazmerreír ciudadano.
La televisión los exhibe, y se convierten en pobres autoridades, que más bien parecen gallinas correlonas a punto de ser sacrificadas por los que Andrés Manuel quiere convertir en frailes y deja en manos de sus mamacitas el castigo por su mal comportamiento.
Ni el Papa Francisco se deja ningunear como les sucede a nuestras tropas y policías de elite.
Su boxeo es sobre piernas y las usan para correr de los golpes y cachetadas que les mandan los adversarios.
No pueden contestar por ordenes superiores, y de eso se aprovechan los delincuentes para ridiculizarlos a los ojos de los ciudadanos que tenemos la esperanza de ser protegidos por la guardia nacional, y que nos damos cuenta de que se han convertido en pobres uniformados que nos causan lastima.
Andrés Manuel critica duramente a Felipe Calderón Hinojosa por haber iniciado una guerra en contra de la delincuencia organizada.
Restriega en la cara del expresidente de México el gran número de muertos por esas batallas.
Andrés Manuel convoca a la paz a los delincuentes y le responden con muchos miles de asesinatos que superan a los de la guerra de Felipe Calderón.
Es increíble lo que han crecido los delitos de alto impacto.
Andrés Manuel no tiene idea de como combatir la delincuencia y los eventos de las mafias se multiplican y amenazan con ahogar la poca tranquilidad que nos queda.
La guardia Nacional es un remedo de cuerpos de seguridad pública.
A sus elementos, les arde el rostro de vergüenza al ser expuestos a nivel nacional e internacional como piltrafas humanas uniformadas a merced de los que son la amenaza ciudadana que nos tiene en un puño.
El boxeo es el arte de la defensa y el ataque.
No se puede mantener al peleador en constante huida por que pierde el respeto de su contrario y se gana la rechifla de los espectadores.
Queremos una Guardia Nacional que sepa de boxeo de piernas y que en sus puños tenga la dinamita para poner fuera de combate al que se le ponga enfrente.
No queremos que nos manden a grupos de soldados, marinos y policías de carrera convertidos en niños y niñas que le ponen las posaderas a los que los agreden y se burlan de su investidura.
La Guardia Nacional debe mostrarnos su fuerza y categoría.
Que nos protejan, es lo que queremos.
Hasta mañana.
