Por J. Humberto Cossío R.
Alguien me comentó, que en Dinamarca, las personas que reciben apoyos del gobierno para su subsistencia, de manera automática quedan inhabilitados para emitir el sufragio en las contiendas electorales.
Se elimina el clientelismo como el que tenemos en México, y que en estos precisos momentos Andrés Manuel lo lleva al nivel más alto en la historia de nuestro País.
Se imaginan que la gente que recibe apoyos del gobierno de Morena no pueda votar, estamos completamente seguros de que ya no le interesaría a MORENA y sus aliados entregarles dinero por quedar fuera del dar y recibir y a lo que todos los gobiernos nos han acostumbrado.
Con Peña Nieto, el prospera y otros programas, aventaban dinero al aire y con ello se establecía una relación de yo te doy y tú me darás cuando te diga.
Andrés Manuel es harina del mismo costal.
Que no se nos olvide que fue dirigente estatal del PRI en Tabasco y cuando no lo nombraron candidato a Gobernador, renunció al partido y desde entonces se convirtió en santo varón y generoso corazón de manos limpias.
Nuestro presidente, en su tiempo de priista, entregó muchos apoyos para comprar votos y ahora, como presidente de México, tiene establecida una estrategia que puede garantizar la permanencia de MORENA por los años que le dé la gana.
Andrés Manuel les lleva el “lonche” hasta la puerta de su casa.
Es un dinero que jamás lo despreciarán los beneficiarios, incluyendo los ciudadanos que tienen toda la plata del mundo.
Dicen con desparpajo:
Para el café y los cigarros y con eso se quitan la barra de la desvergüenza.
Los millones de personas que reciben apoyos en México, deberían estar sujetas a lo que establecen leyes como las de Dinamarca que se orientan a impedir la compra de votos en las elecciones.
Jamás promoverá Andrés Manuel una ley que les impida sufragar a los que se encuadren en el supuesto de vivir con ayuda del Estado.
De eso se trata, Andrés Manuel repartirá todo el oro del mundo y con ello garantizará que los ciudadanos le entreguen el voto a su partido y perpetuarse por muchos sexenios, o bien cambiar las leyes y convertirse en el primer presidente que es reelecto por voluntad ciudadana.
Si se anima, nadie podrá pararlo.
Hay indicios, leves aún, que nos orientan a lo que podría darse en un futuro no lejano y más bien diría que muy cercano.
Tiene el costal de dinero a su disposición.
Salinas de Gortari tuvo esa tentación.
Al General Cárdenas parece que le hacía cosquillas la idea de la reelección.
Se le agarra sabor al poder y duele dejarlo.
No es raro tener esos pensamientos cuando reciben honores día con día y no hay nada que les esté vedado.
Usted pida, Sr. Presidente y lo tendrá.
Es como tener a un genio de la botella a nuestro servicio.
Son dueños de vidas y haciendas.
Hermosas mujeres calientan su lecho, o si tienen otras preferencias, también les llevan lechudos para que los llenen.
Todo a su alcance y disposición.
Cualquiera se enamora de la idea de la reelección.
Hasta mañana.