Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

Domingo a domingo, la misma historia.
Vehículos de todo tipo vienen en chinga, desde los lugares de hotelería donde pasan algunas horas practicando el sexo.

No respetan semáforos y son un peligro para los que nos dirigimos a esas horas rumbo al centro de la ciudad o a distintas partes del desarrollo Tres Ríos.

La velocidad que imprimen, es de las que nos obligan a tirarnos a un lado en protección a nuestra vida y dándole el camino a los que vienen pedos o drogados o las dos cosas.

El puente Almada ha sido escenario de muchos accidentes a distintas horas de la madrugada o con las primeras luces del alba.

Son jóvenes que salen de los antros y que toman la vialidad como pista de carreras. Muchos de ellos han pagado con su vida o han quedado con lesiones de las que los dejan sin movimiento alguno.

Pero entre siete y ocho de la mañana es cuando salen las parejas de los hoteles de paso que tenemos a la salida norte de la ciudad.

Parejas que pueden ser de mujer y hombre, o de dos hombres, o de dos mujeres, según sean sus preferencias en la materia.

Pero no cuidan sus vidas y ponen en riesgo las de los que no tenemos vela en el entierro, y que tenemos la necesidad de circular en nuestros carros a esas horas de la mañana.

Que gocen mucho, es nuestro deseo.
Pero que no pongan en riesgo sus vidas y las ajenas, es también lo que queremos.
La pagina roja de los periódicos o la sección roja de los noticierios de radio y televisión chorrean sangre todos los días.

Jamás me ha gustado enterarme, pero en ocasiones es inevitable por ser testigos de algún fatídico evento que nos toca presenciar en vivo y a todo color.

Siempre rogamos a Dios para que no estén muertos y en ocasiones así sucede y en otras no queda con vida ninguno.

Es muy triste ver tendidos en carretera los cuerpos que salen expulsados de los vehículos por no traer el cinturón puesto.

Es estrujante encontrar familias llorando en las calles de nuestra ciudad hincados frente a los cadáveres de sus seres queridos.
Muchachos manejando lujosos autos o camionetas que quedan sin vida por estrellarse en árboles, camellones o postes.

Eso me llena de tristeza. Supongo que los padres que les soltaron los carros sin saber a donde van o con quién van, quedan marcados por siempre por la culpa de lo que ayudaron a que sucediera.

Ayer domingo cruzó una pick up negra y con vidrios polarizados el semáforo en rojo que se encuentra frente a la Ley Humaya.

Se metió entre mi carro y el de otra persona, poniéndonos a todos en riesgo de colisión y solo me quedó desearle o desearles que llegaran sanos y salvos a sus casas.

Autoridades de transito, a esa hora no hay ninguna.

Lo saben los infractores, aunque en estos tiempos les vale para madre que los vean y aceleran con estruendo cuando pasan por donde se encuentra algún agente de transito de los de a pie.

Mi deseo navideños es que Dios nos cuide y que Dios cuide a los que manejan con esa imprudencia.

Hasta mañana.