Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

La cabeza de Donald Trump vale 85 millones de dólares.

Eso se ofrece al o los que lo maten.

El hijo del General Iraní mas poderoso en el medio oriente, Qusem Soleimani, asesinado en Irak con proyectiles montados en drones que Donald Trump envió para ese fin, ya le puso precio a la vida del presidente de los Estados Unidos de Norte América.

También hizo el anuncio de una nueva acción que causará mas daño que lo ocurrido a las torres gemelas y otras instalaciones del 11 de septiembre.

En ese entonces, Bin Laden fue sentenciado a muerte por haber sido el responsable del ataque más dañino perpetrado en contra de Los Estados Unidos.

Cumplieron la amenaza y Bin Laden dejó de existir.

Un operativo de las fuerzas especiales de los militares estadounidenses lo capturó y ahí mismo le dieron chicharrón y jamás entregaron el cadáver.

Ahora el sentenciado es Donald Trump.
Los terroristas operan en todo el planeta y son muy efectivos.

Tienen mucho dinero para montar cualquier operativo que cumpla sus amenazas.

Para matar un presidente de cualesquier País un solo hombre puede hacerlo y basta que se le prometa la eterna compañía de Alá para intentarlo.

Habrá muchos que querrán vengar a su líder.

Qusem Soleimani será vengado, según lo expresado por aquellas tierras del medio oriente.

El cuándo, es lo que no se sabe.
Pero es una apuesta segura que en algún momento se lo echarán al plato.

La pregunta es si lo dejarán que compita por un nuevo periodo presidencial, o si antes de las elecciones lo mandan a rendir cuentas al creador.

A Donald Trump se le considera un desquiciado por muchos ciudadanos del País más poderoso del mundo.

Dicen que no le teme a nada y que siente que no lo pueden borrar del mundo tan fácilmente.

Los lideres de Irán y de otras partes aliadas, son gente que por fanatismo entregan su propia vida para llevar a cabo las tareas que les son encomendadas.

Son gente imbuida en la religión y que gustosos ofrendan su propia existencia.
Ellos cumplen el mandato de su Dios.

Donald Trump es un millonario que gusta de gozar de los placeres mundanos y que de manera secundaria puede servir a un Dios.
Su poder lo basa en el dinero y ahora respaldado por la fuerza que da el ser presidente de Los Estados Unidos.

Lo cuidan día y noche, hora tras hora, minuto tras minuto y los sesenta segundos de cada minuto.

Pero sus guardianes no son fanáticos.
Ellos cumplen con un trabajo y cobran muy bien por ello.

Aquellos sirven a su Dios y el dinero es una opción sin importancia.

Viven para cumplir órdenes divinas.
Los guardianes de Trump son gente dedicada a salvaguardar la vida del presidente y hasta ahí llega el compromiso.

Tratarán de impedirlo con todo lo que esté a su alcance.

Los terroristas no tienen limitaciones y entregan su vida gustosos de servir al Profeta.

Donald Trump es el ratón y los terroristas los gatos.

Una cacería que terminará cuando maten a Donald.

Hasta mañana.