Por J. Humberto Cossío R.
Una y otra vez, repetiré hasta el cansancio, que no me importan los colores con los que pinten las paredes de Palacio Nacional.
Hoy son los que gusten a MORENA.
Mañana puede ser otro partido o un ciudadano sin partido el que gobierne.
Lo que interesa es que el País florezca y que los mexicanos gocemos de prosperidad,
Romperle la columna vertebral a México es convertirnos en otra Venezuela y eso nadie en su sano juicio puede desearlo.
Lo que queremos ver es a un presidente que no sea llorón.
Que ya deje de andar en campaña y aterrice de la manera más efectiva sus actos de gobierno.
No basta que diga que es honesto y que combatirá con todas sus fuerzas la corrupción, necesitamos que diseñe su estrategia en la administración de un País que todavía tiene muchos recursos y que necesita de un presidente talentoso.
No queremos ver a los padres de los niños con cáncer saliendo a la calle en busca de los medicamentos que requieren sus criaturas.
Queremos un gabinete que empuje la economía y que se deje de tarugadas donde culpan a otros gobiernos y con eso es bastante para ellos.
Tuvieron un año para mostrarnos su fortaleza y nada.
Recaudación de impuestos si han tenido y los aplican en programas electoreros, tal y como lo hacían los gobiernos a los que atacan como corruptos.
Queremos que arranque la máquina del progreso.
Se comprometió a darnos tranquilidad y los delitos siguen creciendo y el Secretario Alfonso Durazo parece un mono de cera y no arregla nada.
Andrés Manuel no pierde popularidad.
Eso lo dicen los encuestadores mes tras mes y les creemos.
El dinero que regala es la causa directa. Mientras tenga su morral lleno, seguirá la luna de miel con los mexicanos improductivos que son la inmensa mayoría.
Pero los cuentos tienen un principio y final.
Y no siempre terminan felizmente.
Andrés Manuel López Obrador y Vicente Fox tienen algo en común.
Fueron candidatos que cautivaron a la ciudadanía.
Mi voto fue para Vicente Fox y lo hice saber en mis publicaciones.
Su mensaje fue el mismo y ambos llegaron a la presidencia de México.
El ataque frontal a la corrupción de los gobernantes campeó en todos los actos de campaña de Vicente Fox y Andrés Manuel.
Tenemos un presidente muy popular.
Pero necesitamos que se ponga las pilas y dedique su tiempo en la aplicación de programas que desarrollen a México.
Claro que lo ayudaremos.
Que trabaje es lo que le pedimos y que lo haga bien.
Somos mexicanos a mucho orgullo.
Hasta mañana.