Por J. Humberto Cossío R.
El día de ayer el Gobernador de Sinaloa puso en marcha en la ciudad de Mazatlán una obra hospitalaria que marcó varios rumbos.
PRIMERO.-Su inmenso interés en darle a Sinaloa grandes obras hospitalarias que serán de incalculable beneficio en materia de salud.
SEGUNDO.-La extraordinaria relación que mantiene con el gobierno de Andrés Manuel, que mandó a Sinaloa al titular del INSABI(Instituto Nacional de Salud para el Bienestar) Juan Antonio Ferrer Aguilar para que en compañía de Quirino Ordaz lo inauguraran.
TERCERO.-Que el hospital General de Mazatlán se construyó con recursos públicos sin endeudar al Estado y sin participación de capitales privados que hubieran hipotecado a Sinaloa por 25 años.
CUARTO.-Que le impuso el nombre del Dr. Martiniano Carbajal para rendirle tributo a uno de los grandes humanistas nacidos en Mazatlán y que le dieron lustre a Sinaloa con sus actos y obras que realizaron en vida.
QUINTO.-Que con el hospital General se cubre una deuda con la población que desde hace muchos años la había pedido sin encontrar respuesta.
Es un un terreno de 43,585.27 metros cuadrados y construido el hospital en 21,399.27.
Es de lo más moderno que existe en todo México y en varias partes del mundo.
No puedo describir todo lo que tiene en materia hospitalaria, por considerar que sería muy aburrido convertir este espacio en boletín de prensa.
Felicidades Gobernador y felicidades al sur del Estado.
El piquete a las costillas, ojos, nariz y oídos, lo tiró en su discurso Quirino Ordaz Coppel, al puntualizar que lo construyó con recursos oficiales y que no necesitó bules para nadar del sector privado, tal y como pretendía la pasada administración.
El cabronazo para Malova salió muy natural y punzante.
Un poquito de historia sobre el Dr. Martiniano Carbajal.
Nació en Mazatlán el 2 de enero de 1866.
Estudió la carrera de medicina en Guadalajara y con muchos apuros económicos.
Fue ideólogo del maderismo y creador del primer jardín de niños de la ciudad de Mazatlán.
Durante la epidemia del colera en Sinaloa se fajó atendiendo a los infectados y poniendo en practica medidas sanitarias que evitaron más muertes.
Periodista del Correo de la Tarde y del Economista a nivel nacional.
Murió en la ciudad de México y es autor del libro “LA PESTE EN SINALOA”
Mejor nombre no puede llevar el Hospital General de Mazatlán.
Obras como la del Hospital General del puerto son las que me gusta resaltar, y ya viene el grandioso Hospital General de Culiacán y el del Centro de Salud, pero el que más me emociona es el modernísimo Hospital Pediátrico que tendremos los culichis.
Su antecedente es el hospital del niño y lo conocí como paciente.
Se le pidió apoyo al titular de INSABI para modernizar el hospital General de Guasave y el de la mujer de “allá mesmo”.
Me salgo del tema hospitalario y me meto al terreno del negocio del beisbol.
¿Terminará el día de hoy la serie entre Culiacán y Mazatlán o seguirá el Bisnes y la concluirán mañana?
Eso me preguntaron y no supe que contestar.
Hasta mañana.
