Por J. Humberto Cossío R.
Los malos pensamientos surgen cuando escucho declarar a Andrés Manuel que no está de acuerdo en enjuiciar a los expresidentes de Carlos Salinas de Gortari a la fecha.
Me pregunto una y otra vez ,el por que no, y recuerdo aquello de en política piensa mal y acertarás.
Los presidentes de México tienen a su alcance los datos precisos de todos los ciudadanos que consideran que son piedritas en el zapato.
La información es un tesoro en manos maquiavélicas y escarban en la vida privada y pública de los que consideran enemigos o molestos individuos.
Llegan a conocer las preferencias sexuales del investigado, los deslices de las esposas de los estorbosos, la conducta de los hijos y las hijas.
De los maridos o esposas de sus hijos.
Todo sobre los nietos y nietas.
Uno de los tenebrosos más temibles resulta ser Carlos Salinas de Gortari, sin dejar de reconocer que los otros no son peritas en dulce.
Todos tienen cola que les pisen. Cuando menos serían fustigados ante la opinión publica en caso de que las leyes no los alcancen para castigarlos.
Andrés Manuel siempre ha despreciado a Salinas de Gortari y le señala que es el extracto de la corrupción mexicana y todo queda en habladas.
A estas alturas, si no es pendejo nuestro presidente, ya debe tener la radiografía de todos los que nombra con mucha frecuencia y podría hacerlos pedazos si hubiere la menor posibilidad de lanzarse al cuello de los interfectos.
Pero, recordemos, que Andrés Manuel tiene muchas décadas en la política errante y formó parte directa de los gobiernos priistas y fue presidente del PRI en Tabasco.
¿Cuántos pecados ha cometido en su trayectoria social?
Nosotros no lo sabemos, pero los ex .presidentes deben tener muy bien guardado el expediente del presidente de México.
El sabe mucho de ellos y ellos saben mucho de él.
Ahí es donde puede estar la tapadera de la olla que nuestro presidente no quiere quitar por temor a que los frijoles lo embarren.
Los servicios de inteligencia del gobierno son muy efectivos y sacan sus cuadernos cuando consideran que vale la pena darles una ojeada.
Que tendrá en sus manos Carlos Salinas de Gortari, que Andrés Manuel no quiere lanzarse al ruedo con un toro miura de más de quinientos kilos.
Andrés Manuel es muy bocón y le encanta echarles crema a sus tacos.
Pero los que lo antecedieron en el cargo son buenos peleadores y material para joderlo deben tener un chingo.
Así que, Andrés Manuel, calladito te ves más bonito.
Pienso que le conocen sus trapacerías de antaño y que se las pueden embarrar en la cara si los lleva a los tribunales.
Nunca ha trabajado Andrés Manuel después de que salió del gobierno del Distrito Federal. Ha vivido muy desahogadamente y sus hijos y esposas nunca han padecido hambre o sus ropas son compradas en las segundas.
El miedo no anda en burro y al peje se le frunce el deste.
Hasta mañana.