Por J. Humberto Cossío R.
Nuestro Robin Hood de rancho y al cual le alquilamos la mansión del Palacio Nacional para que desayune, coma, cene y duerma, tiene características del hombre de la leyenda de los bosques de Sherwood y naturalmente que sus grandes diferencias.
Decían de Robin que era un varón de extraordinario buen corazón y que era defensor de los pobres y oprimidos.
Sus luchas fueron contra el Sheriff de Nottingham y el príncipe Juan Sin tierra, que utilizaban el poder para adueñarse de la riqueza de los nobles y de las escasas propiedades de los campesinos.
Era un bandido generoso que vivía a campo abierto en compañía de una banda de hombres declarados fuera de la ley.
Andrés Manuel vivió muchas décadas fuera del poder, más no fuera de la ley.
Se proclama como defensor de los pobres, ahora llamados chairos y enemigo jurado de los corruptos poderosos a los que designa como Fifís o conservadores.
Lucha contra Carlos Salinas de Gortari, a quién podríamos llamar el Príncipe Juan sin tierra y como Sheriffs a Felipe calderón y Vicente Fox.
A diferencia de Robin Hood, tiene un lugar muy elegante y protegido para vivir que es Palacio Nacional, y sin temor de ser aprehendido por ninguna autoridad en la inmensidad de los bosques de los años 1210-1285 que es lo que duró con vida.
Andrés Manuel sigue robando a los ricos.
Nos mostró una manera moderna de realizar la gran estafa, mediante una cena con los poderosos donde les arrebató 20 millones a cada uno de los cien asistentes.
Nuestro Robin Hood no salió montado a caballo y seguido por su banda, por el contrario, les ordenó a los poderosos que acudieran a la cena y ahí los desplumó sin que opusieran resistencia.
Nuestro Robin tiene a su servicio al ejercito y la marina y el de los bosques era jefe de una banda de forajidos.
Aquel dormía en el suelo del bosque y al calor de una hoguera en la región norte de Inglaterra.
Nuestro Robin duerme en la cama donde descansaba Benito Juárez.
Robin Hood galopaba en sus corceles y a nuestro Robin lo transportan en Jetas.
Robin Hood devolvía el dinero a los que habían sido robados y nuestro personaje se embuchaca lo que estafa a los ricos.
Robin Hood ayudaba a los enfermos con comida y medicinas y nuestro forajido se niega a surtir los hospitales y los niños mueren de cáncer.
Robin Hood era un bandido generoso y el nuestro es un bandido caprichoso.
Robin Hood era un maestro para tirar con arco y nuestro bandido es un maestro para tirar habladas mañaneras.
Aquel ponía orden y no permitía atropellos contra los habitantes de Nottingham. El nuestro no puede contra los delincuentes que lo pitorrean de sus babosadas en la seguridad de los mexicanos.
Robin Hood repartía la lana que robaba y este la rifa en el sorteo de la gran estafa, para no decir de la estafa maestra.
Le voy y con mucho al Robin Hood de los bosques de Sherwood.
Era un bandido de los buenos y Andrés Manuel es jarabe de pico.
Robin Hood señaló el lugar donde sería enterrado, disparando una flecha desde un convento donde esperaba su muerte.
El nuestro no tiene esa gracia.
Hasta mañana.
