Por J. Humberto Cossío R.
No perdone señor presidente.
Si usted sabe, quién o quienes, saquearon las arcas oficiales, no necesita de ninguna consulta para aplicar la ley.
Creo que le aplaudiríamos que metiera al bote a los apátridas.
No se limite a decir que otros presidentes y sus funcionarios se enriquecieron robando impunemente.
No queremos que la reconciliación proteja a la delincuencia oficial.
Instruya para que se haga una investigación exhaustiva y que los azotes de la justicia les haga pedazos el lomo a los que se llevaron la lana.
No los perdone por favor.
¿O es guiso de lengua lo que usted maneja?
Me canso, ganso, quisiera que fuera su respuesta.
Ya la palomilla tiene el nombre para los aumentos al precio de la gasolina que usted prometió bajar.
Ya no se llaman gasolinazos, ahora son GANSOLINAZOS.
Usted llama a los empresarios de México vividores.
Pero son ellos los que ponen el lomo cuando se necesita dinero para inversiones.
En el aeropuerto de Texcoco se sigue trabajando.
¿Qué quiere decir eso?
¿Que finalmente se tomará la decisión de terminarlo por ser lo más viable para la navegación nacional e internacional?
¿O quedará inconcluso como recuerdo perene de la corrupción del gobierno de Enrique Peña Nieto?
Hay mucho dinero invertido.
Lastimoso, si queda tirado.
Pero los políticos no gustan de concluir obras que otros iniciaron y menos cuando vienen del partido opositor.
Me canso, ganso, dijo que no, y puede que se quede en no.
Ya le empiezan a gritar a nuestro Benito Juárez.
Hay reclamos por promesas de campaña.
Es temprano para que amanezca, pero ya le gritan a su gobierno.
En las redes hay muchos pleitos y se ponen barcinos entre ellos.
Eso genera división y no le convienen llamas a nuestro presidente.
El ejercito de liberación zapatista ya se hizo presente para criticar la construcción del tren maya.
Poco a poco irán surgiendo voces de inconformidad.
La luna de miel no puede ser eterna.
El te di, para que me dieras, se hará muy notorio conforme avancen los meses.
A la fecha, hay más de 30 millones de ciudadanos que aplaudieron la caída estrepitosa del PRI y el resbalón del PAN.
Pero no puede sostenerse un gobierno sin estructura firme y con realidades tangibles.
Se necesitan acciones muy positivas para lograrlo y se están tardando
Hasta mañana.