Por J. Humberto Cossío R.
Cuando se dan vuelta a las paginas de el libro EL TRAIDOR de la escritora Anabel Hernández, se establece la primera critica a la obra y es positiva.
Anabel es muy buena relatora y nos mete en la lectura.
Sus datos dicen estar sustentados en entrevistas personales con los personajes que menciona y documentos oficiales.
Quiere que pensemos que todo lo que describe es la verdad sobre los narcotraficantes y sus acciones delictivas.
Me hace pensar en varias cosas.
Que los narcos eligen a quienes quieren que escriban sobre ellos, y que no les importa desnudarse y desnudar a personajes del mundo oficial de los cuales dicen haber recibido el apoyo.
Encuentro el lamento de un hijo sobre lo que influyó su padre en la moldura de su estructura de valores y que finalmente lo llevó a convertirse en uno más de los narcotraficantes.
Nos ponen a la vista las fabulosas cantidades de dinero que produce el trafico de drogas y la falta de respeto a la vida de los seres humanos.
Encontramos también, que Anabel Hernández debe estar sumamente protegida por las autoridades de los Estados Unidos y de México.
Hay personajes diversos en su libro y más de alguno querrá quitarle la vida.
Anabel es una mujer que encontró su manera de vivir escribiendo sobre la delincuencia organizada y le gusta lo que hace.
Debe ganar mucho dinero, y por tanto, sus dividendos pagan los riesgos que pudiera tener al escribir sobre delincuencia organizada y los delincuentes que la conforman.
Dinero y riesgo se combinan en la vida de esta mujer.
Asentamos que su manera de relatar es muy interesante.
Mete a los lectores en las profundidades de acciones que describe con nombres y fechas y despierta el morbo de seguir leyendo.
El Traidor describe principalmente al hijo del Mayo Zambada y que ahora es utilizado como testigo protegido del gobierno de Donald Trump.
No nos gusta escribir sobre narcos y evitamos su cercanía.
Pero Anabel goza con lo que obtiene de ellos y logra despertar el interés de los amantes de la lectura.
El peligro es latente para los que logran tener como fuentes a delincuentes de alto calibre y de importancia nacional e internacional.
Siempre están en peligro de muerte.
Javier Valdés murió por causa de lo que escribió sobre ellos.
El destino de Anabel parece ser incierto, a pesar de la protección que reciba de las policías gringas y mexicanas.
Nunca podrá convivir libremente con su familia.
El peligro de muerte rondará siempre sobre su cabeza.
Pero a ella le gusta meterse con la delincuencia organizada.
Escribe sobre ellos y gana mucho dinero.
Es muy fácil de leer su libro e interesa de inmediato.
Espero que no le causen daños sus historias que relata como verdaderas.
Hasta mañana.