Por J. Humberto Cossío R.
La marcha en la ciudad de México, con motivo del día internacional de la mujer, le marca al presidente Andrés Manuel la voluntad que tienen nuestras mujeres para convocarse y dar muestras de su fuerza.
Algunos dicen que fueron cincuenta mil las que participaron. Otros afirman que el Zócalo presentó un número que bien pudo haber sido de 80,000 las que estuvieron presentes con sus reclamos de respeto a su integridad y el cese de la violencia en su contra.
Quiero hablar de la ciudad de México por que es el referente que siempre es tomado por los que cubren las fuentes extranjeras.
Claro que es un golpazo al ego del señor que habita el Palacio Nacional, y que piensa que el País solo puede moverse si él lo dispone.
Las criticó a morir, calificándolas de ser manipuladas por los conservadores y cuando quiso enmendar el error ya era tarde.
Un grupito de encapuchadas se metió al evento con la clara intención de manchar el movimiento feminista.
Logró causar daños en la propiedad privada y pública y se registró su vandalismo.
“Piensa mal y acertarás”
Es algo que casi no falla y si analizamos la furia de Andrés Manuel contra la marcha, se pudieran sacar algunas malévolas conclusiones, que involucrarían a nuestro presidente tabasqueño en la llegada de las encapuchadas y sus desmanes.
Andrés Manuel odia las concentraciones o marchas que no son convocadas para rendirle culto.
Eso lo sabemos todos y nada nos extraña.
Sus mañaneras de amor, paz y honestidad son más falsas que una moneda de 55 centavos.
Las mujeres lo ponen en alerta con esta megamarcha.
Sus asesores políticos deben estar muy pendientes después de lo que suceda en el País los días ocho y nueve de marzo.
No se puede retener mucha agua entre las manos.
Facilito se escurre el liquido y puede mojarle el pantalón al señor presidente.
Primer aviso masivo de inconformidad de lo que sucede en el gobierno de la cuarta transformación.
Hubo otros antes, pero no de esta magnitud.
Su cantaleta de culpar a los conservadores no dio el resultado apetecido.
Salieron las mujeres sin pañuelitos blancos como lo pedía la esposa de Andrés Manuel en apoyo al presidente.
Marcharon para ejercer un derecho y pedir justicia por los abusos que se cometen en su contra.
Luego viene la convocatoria para un día sin mujeres en los centros laborales y que también ha cobrado mucha importancia.
Se calcula que serán varios millones de mujeres los que respaldarán la inasistencia en empresas privadas, dependencias oficiales, universidades y escuelas primarias.
Le están tocando la puerta al presidente.
Y lo hacen las mujeres y son muy bravas.
Hasta mañana.