Por J. Humberto Cossío R.
Varios millones de mujeres paralizaron las actividades productivas y del mundo oficial en toda la República mexicana.
En nuestra ciudad capital se notó desde muy temprano.
Las mujeres se levantan casi de madrugada, para poner en orden todo lo que se refiere a la escuela de sus hijos y sus propias ocupaciones laborales.
Luego de darles desayuno y dejar preparado lo del medio día, salen a toda velocidad con los chamacos o jóvenes rumbo a los centros de estudio o las guarderías.
Y comienzan con su jornada en los centros donde laboran, ya sean del medio oficial, empresas privadas o negocios de su propiedad.
Las calles desde tempranas horas se convierten en ríos de automóviles y al volante van las mujeres que tienen obligaciones muy puntuales de familia.
El día de ayer las calles lucieron vacías sin los carros con mujeres al volante.
No hubo actividades en las dependencias oficiales del gobierno y la mayoría de las empresas les concedieron la ausencia sin descontarles de su sueldo.
Las mujeres se hicieron presentes con su ausencia.
Su petición es de respeto a su genero y se erradique la violencia que sube como la espuma contra las mujeres.
Van en contra de la impunidad de los delincuentes y se manifiestan por la protección de su género.
Claro que la autoridad es la culpable.
Si cumplieran con su deber los encargados de combatir el delito, no se darían este tipo de protestas.,
El Estado es el garante de la paz ciudadana y si no frenan a los delincuentes entonces la inseguridad nos cubre con su malvado manto y nos aterroriza.
Las mujeres son parte muy sagrada en la vida del hombre.
Son ellas las que nos dan vida y en muchas ocasiones mueren para que nosotros lleguemos al mundo.
Son nuestras compañeras en el hogar y en la formación de la familia.
Nadie tiene derecho a violentarlas o darles muerte por el placer de matar a una mujer.
Benditas sean las mujeres del mundo.
Que no las priven de la vida o las flagelen, es un derecho sagrado que tienen y que no debe ser violentado.
Su ausencia de la vida cotidiana fue muy notoria.
Costó bastante a la economía de México.
Creo que fueron 23 mil millones de pesos los que dejaron de generarse.
Su ausencia se hizo de una presencia impresionante.
Y miente Andrés Manuel cuando las llama marionetas de los conservadores que quieren que la cuarta transformación fracase.
Las mujeres se convocaron y marcharon el domingo por 60 ciudades de México y su presencia fue muy notoria e impresionante.
La mujer del presidente, y varias de sus colaboradoras, quisieron darle un sesgo a la marcha del domingo como un apoyo al gobierno de cuarta que preside Andrés Manuel.
No lograron ese objetivo y no se sumaron al movimiento de las mujeres.
No importa, domingo y lunes la mujer mostró el musculo que tienen y espantó a este gobierno que tanto las critica.
Ayer se hicieron presentes con su ausencia.
Todos resentimos no encontrarlas laborando o conduciendo su auto por las calles de Culiacán.
Hasta mañana.