Por J. Humberto Cossío R.
Sigue la burra rebuznando.
“No vamos a aprovechar estos momentos de crisis para robar como lo hicieron otros gobiernos”.
A la salud de los mexicanos le endosa la corrupción el presidente.
Estaríamos muy felices, si Andrés Manuel dejara de seguir rayando el disco y dedicara su tiempo completo para protegernos del desastre que amenaza causar la terrible pandemia que significa el CORONAVIRUS.
Si ya tienen los elementos de prueba para enjuiciar a los presidentes corruptos que lo haga saber a la ciudadanía la Fiscalía General de la República.
Pero que no revuelva marranos con conejos para seguir terqueando sobre el tema de la corrupción y abandone Andrés Manuel su deber de gobernar con la prudencia que se requiere.
Se tardó en convocar al CONSEJO GENERAL de salubridad.
Lo hizo y es un acto que le reconocemos. Esperamos que los deje actuar conforme a la inminente pandemia que nos puede atacar.
Las primeras gotas de la tormenta nos están mojando.
Faltan los granizos de inmenso tamaño que hacen pedazos los frágiles techos que nos cubren.
A la desgracia de salud, se agregan los factores de la caída en el precio del petróleo de exportación mexicana y los barruntos de un derrumbe estrepitoso del crecimiento de la economía en el 2020.
24 pesos y fracción tenemos que pagar para adquirir un dólar.
Lo más risible, nuestro presidente nos muestra medallitas y amuletos con los que se cubre de todos los males y señala que nos alejarán de la desgracia.
Si agarramos ese camino, creo que tendremos que buscar un brujo de Catemaco para que asuma la presidencia de México.
O que el Vaticano nos mande a uno de sus Cardenales para orientar debidamente al Benito Juárez de Palacio Nacional.
Una cosa es cierta.
Nos estamos acostumbrando a vivir con el Jesús en la boca.
Un día malo y otro peor, es lo que muestra el gobierno del nuevo benemérito de las Américas.
Y no tengo idea de cuando parará esta debacle.
Si me llega el CORONAVIRUS me tendrán que decir “good bie”.
“VADE RETRO ANDRES MANUEL”
Así se espanta a Satanás.
Amuletos y medallitas no son garantía de buen gobierno.
Espero que no salga con el sorteo de los amuletos y medallas.
Es muy capaz este bribón.
Comenzó con la rifa del avión.
Nos ataranta con sus babosadas y le siguen creyendo.
Que locura, pero a eso llegamos.
Un campo fértil encontró nuestro presidente para vender su demagogia y más de treinta millones de mexicanos lo pusieron en Palacio Nacional.
Con medallas y amuletos es la nueva manera de gobernar.
Hasta mañana.
