Por J. Humberto Cossío R.
Siempre nos dará inmensa alegría saber que nuestros Médicos se anotan triunfos sobre el maldito CORONAVIRUS.
Un grupo de funcionarios de salud y de Comunicación Social del gobierno de Sinaloa se hicieron acompañar por periodistas de diversos medios, familiares y amigos del que fue dado de alta.
Muy joven y estuvo a punto de perder la vida.
De hecho entró para la atención hospitalaria con un mínimo de probabilidades de volver a reencontrarse con su familia y amigos.
La buena atención y su juventud, lo sacaron avante y hoy es prueba viviente de lo que significa el riesgo de contraer la mortal pandemia.
Él les contará su historia a todos y esperamos que muchos tomen las precauciones con el ejemplo de este muchacho.
Felicidades.
Por otra parte, y en cumplimiento de sus obligaciones de información, uno de los funcionarios de prensa del Estado de Sinaloa, puntualmente me mandó una invitación a través del celular, para que los acompañara a la explanada de la salida de emergencias del ISSTE y fuera testigo de la magia del momento.
¡Ah cabrón!
Fue mi primera expresión y paso a dar mi explicación.
El mismo y muy cumplidor servidor público, me hizo otra invitación hace algún tiempo para que asistiera a un desayuno y conferencia de prensa en el Hotel Lucerna, apenas pasados dos días de que fue sacado de las habitaciones del hotel el primer infectado de COVID 19 que se conoció en Sinaloa.
De nuevo pongo a consideración mis condiciones físicas y de salud. Ahí les van para que consideren y con mucha razón, que soy un filete jugoso y blando para que el CORONAVIRUS me engulla y por la fuerza me obligue a ser uno de los que tiene programados para el viaje sin retorno.
Edad 74 años.
Diabético.
Presión arterial elevada, pero felizmente controlada.
Bronquios afectados por el tabaquismo.
Comienzo a sospechar que mi amigo de prensa no lo es tal y que quiere llevarme a los lugares de alto riesgo con muchas posibilidades de volver a casa con el CORONAVIRUS a cuestas.
Voy a investigar si en algún momento le cause daño involuntario al que me toma en cuenta para esta clase de eventos.
Me las tiene que pagar el condenado.
Falta que me mande boletos de avión para Italia y España con gastos pagados y funeral garantizado.
Francisco Montes Ibarra de 39 años de edad es el nuevo milagro de la medicina sinaloense.
Ingresó el día tres de abril al hospital y salió el día de ayer para recuperación casera por 14 días.
Un abrazo inmenso para este muchacho y pienso que valorará lo que es volver a tener otra oportunidad de vivir.
Su familia muy feliz y su esposa o novias y amigos muy jubilosos.
A Dios gracias.
Hasta mañana.
