Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

DIVAGACIONES POR EL ENCIERRO.
La Comisión Federal de Electricidad no cambia en sus moditos.

De un mes a otro, el recibo llegó casi al doble y si no pagas te chingas.

PRI, PAN o MORENA son la misma gata revolcada o sin revolcar.

Te jodes, o te jodes.

Nuestro viejo conocido priista, Manuel Bartlett, necesita presentar números negros y que mejor que sea a costillas del pueblo que le dio 30 millones de votos al hombre que lo nombró como Director de esta dependencia.

No nos extrañan estas tarifas, así sean los colores del partido en el poder.

Andrés Manuel incitó a la insurgencia a los pobladores de una comunidad de su Estado natal y les ordenó que no liquidaran el consumo de energía eléctrica.

Siguen sin pagar ahora que su líder es presidente y alguien tiene que desembolsar por ellos.

Los precios en los supermercados por las nubes.
En las contingencias ganan los que tienen los productos que necesitan los consumidores y obtienen ganancias que no tienen en los tiempos normales.

Con motivo de la pandemia que nos azota, se tomaron medidas para evitar que hubiera reuniones masivas y se suspendió la venta de cerveza.

Pero cualquiera que quiera pistear la tiene a la hora que le da la gana. La diferencia es el precio que paga por las ambarinas y que puede ser el doble o el triple de lo que cuesta sin la prohibición.

Pero de que pistean, no hay duda.

¿Quién se las vende?

Investíguenlo ustedes y luego me pasan la onda.
Pero algo es seguro y no tiene vuelta.

Los que tienen la cerveza son las agencias y de ahí en adelante se desenreda el hilo de la madeja.
Hay mucho dinero en juego y los consumidores pagan.

Vuelvo con la energía eléctrica:
Tengo miedo de prender el aire acondicionado por dos razones:

La primera, por los costos que llegan en los recibos.

La segunda es, que al CORONAVIRUS le encanta desarrollarse en los ambientes fríos y no quiero darle esas facilidades.

La defensa es el mejor ataque dicen los futbolistas y sigo esa mística deportiva.

Me hago la pregunta:

¿Cuánto han ahorrado los que visitan diariamente los casinos que existen en Sinaloa?

La ludopatía es cosa que los mexicanos tenemos. Nos gusta que la adrenalina fluya por nuestras venas y que nuestros ahorros sean saqueados por voluntad propia para enriquecer a funcionarios y empresarios explotadores del vicio.

La cuarta transformación podría cerrarlos y quitar el yugo a los pendejos.

¿Sabe cuándo pasará eso?

Nunca, amigos míos.

Ahí está la buena tajada para los gobiernos y sus gobernantes.

No hay colores ni partidos.

A todos les gusta el dinero y que mejor que obtenerlo del juego en los casinos.

Hasta mañana.