Por J. Humberto Cossío R.
Son tantos casos de COVID 19 que se conocen en las diferentes dependencias del gobierno del Estado de Sinaloa con sede en Culiacán, que amerita una reflexión seria y pensar en la conveniencia de cerrar las oficinas para cuidar la salud del aparato burocrático.
Funcionarios de primerísimo nivel han dado positivo al contagio.
Hablamos del Secretario de Finanzas y al parecer al de Innovación.
Al de turismo se le dio por descartado con un segundo examen y ahora no se sabe si el primero es el efectivo y el segundo es la tapadera.
Quizá un tercer laboratorio, podría darnos la certeza de si está o no infectado.
Lo grave del asunto es la cantidad de burócratas que están al mando de ellos y los subsecretarios, Directores y Jefes de Departamento que al pie del cañón están para servirlos.
Es un verdadero mazacote y un centro de contagio de proporciones incalculables. El quédate en casa no opera para los funcionarios, empleados de confianza y sindicalizados.
Hay un verdadero ejercito de infectados y ellos son los principales trasmisores del CORONAVIRUS en sus familiares y amigos.
La clientela que es atendida por ellos ya debe estar infectada. Puede convertirse el Palacio de gobierno en la causa de muchas cremaciones y sepulturas por la maldita pandemia.
“QUEDATE EN CASA, QUEDATE VIVO”
Pero no aplica a los gobiernos de los tres niveles en México.
Asistes por que asistes, y con el temor reflejado en su rostro los trabajadores y altos funcionarios se presentan a cumplir con sus labores.
Peligroso en grado sumo llegar a laborar.
Nadie les paga si no se presentan y es cuando surge la pregunta.
Quirino Ordaz Coppel, en su calidad de Gobernador: ¿estará sopesando el suspender labores en las oficinas y autorizar el trabajo encomendado desde las casas de los funcionarios y empleados?
¿Se reflejará su generosidad con esa suspensión y salvar la vida de muchos de los que sirven en las dependencias de gobierno estatal?
Algo hay de ello y pronto se puede dar a conocer.
Mandar al paredón a los que le sirven, no es cosa que nuestro Gobernador tiene en mente, por el contrario, se ha distinguido por la protección que le brinda a la fuerza laboral que desarrolla el trabajo oficial bajo sus órdenes.
La pandemia es cosa horrorosa en Culiacán.
Somos culpables en bastante grado, los ciudadanos irresponsables que abandonamos la trinchera del hogar y salimos en busca del contagio, o de contagiar lo que llevamos a la calle.
Hay bastantes voces que piden se suspendan las labores en gobierno del Estado por un termino acorde a los tiempos del contagio.
Quince o veinte días pueden ser la salvación o la tumba de los que sirven a Quirino Ordaz Coppel.
Puede ser que el Gobernador ordene la suspensión por el inmenso número de contagiados que asisten a Palacio.
Quirino es muy humano y sumamente inteligente.
El sabrá lo que decide para cuidar a su gente y salvarlos del contagio.
Hasta mañana.