Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

Donald Trump llegó la primera vez a México y fue recibido como el Cesar Romano por dos mesalinas que buscaban sus favores.

Papel que jugaron el presidente Enrique Peña Nieto y Luís Videgaray.

Pudiéramos decir que vendieron sus cuerpos y que tuvieron la visión de quién sería el ganador de la contienda presidencial.

Donald Trump, jamás les tuvo respeto a las hetairas que lo bañaron con aceites exquisitos y lo cubrieron con los mantos del incienso.

Pero llegó a la presidencia de Los Estados unidos de Norte América y dio comienzo a una sumisión vergonzante.

¿Qué esperábamos de Andrés Manuel López Obrador?

No lo sé de cierto.

Quizá que aplicara el arte de la diplomacia y diluyera las vergüenzas.

Imposible labor, cuando se tiene enfrente a un conquistador nato y con la espada en mano para meter en cintura a los esclavos.
Andrés Manuel no es Espartaco, rey de los esclavos.

Por el contrario, asume perfectamente el papel de sirviente y acata los mandatos del omnímodo presidente Yankee.
No lo culpo.

Es la lucha moderna de David contra Goliat sin la honda que derribó al gigante.

Para muchos ciudadanos gringos, somos grasosos, lo que significa un pueblo sin categoría y de muy baja estima.

El presidente de México lo sabe, lo traga, no lo asimila, pero lo acepta.

En 18 años de lucha, aprendió la manera de ganar una guerra y ahora aprende a tragar estiércol extranjero sin hacer gestos.

De nuevo viene la lucha por el poder en los Estados Unidos.

Republicanos y demócratas se miden las caras.

Trump es la fuerza incontenible y llama a su rival decrepito.

Ayer fue el debate y supuestamente Donald Trump se encuentra abajo en las encuestas que dan como favorito a Joe Biden.

Trump buscó el voto latino, llevando a la casa blanca al presidente de México para que le siguiera sirviendo igual o mejor que lo hicieron Peña Nieto y Videgaray.

Triste papel, pero fue asumido por Andrés Manuel y ahora enfrentamos el temor de que Donald pierda la elección y nos cobre Joe Biden las facturas correspondientes.

Los vencedores escriben la historia.
Imponen el presente a sangre y fuego.
Somos los mexicanos los que necesitamos el comercio con los Estados Unidos.

Las divisas llegan de allende las fronteras.
Somos maquiladores de grandes consorcios y mandamos mano de obra barata a los campos agrícolas de los Estados Unidos.

Andrés Manuel presume, de lo que nos envían nuestros connacionales a través de los medios electrónicos.

Lo toma como si fueran generación de empleos creados por su gobierno.
Y puede que tenga razón.

La ruina de la cuarta transformación es muy evidente y será peor en los años venideros.

No hay inversiones y el país ya huele a pobreza extrema.

Paradójicamente, necesitamos que gane Trump.

Joe Biden puede cobrarnos con saña.
Andrés Manuel y Marcelo Ebrard son los relevos de Peña Nieto y Luís Videgaray.
Un par de mesalinas y punto.
Hasta mañana.