Por J. Humberto Cossío R.
Dijeron analistas políticos, que la marcha ciudadana de la ciudad de México en contra de Andrés Manuel López Obrador no tenía importancia y que no afectaría al presidente de México.
El sábado once de mayo tuvimos la respuesta oficial.
Por las calles de Culiacán salieron las huestes del poder para manifestarse favorablemente a lo que propone y dispone Andrés Manuel.
La manifestación de la ciudad de México, y otros Estados de la República, si levantó roncha en los que dicen tener la piel gruesa y que son especialistas en el desmadre por las calles.
Andrés Manuel le ordenó a la Yeidckol Polevnsky, que antes se llamaba Citlali Ibáñez Camacho y es dirigente de MORENA que les diera respuesta y así se hizo.
A nadie le gusta que le griten incompetente de manera pública y de viva voz por ciudadanos que no salen enmascarados, que tampoco propician el caos vial, mucho menos causan destrozos en la propiedad y no arrojan basura o se zurran y orinan por las calles.
Dijeron que al peje le harían lo que el viento a Juárez.
La respuesta ya la dieron desde Palacio Nacional.
Salieron a la calle gritando apoyos en favor del presidente de México.
Eso descubre el rostro y revela que si hay ronchas en la cara de los que gobiernan el País para bien o para mal.
Los grandes movimientos no se gestan en un solo día.
Algunos son muy tardados y otros prenden en mediano plazo.
Apenas comienza su gobierno la izquierda de Andrés Manuel, y ya se atrevieron quince mil gentes a salir a las calles de la ciudad de México, a gritar consignas en contra de lo que consideran es una aberración y que causará grandes daños a nuestra economía y a la seguridad ciudadana.
Andrés Manuel es muy terco y me recuerda a Gabino Barrera que no entendía razones andando en su borrachera.
La embriaguez de poder supremo, puede afectar la buena marcha de un gobierno legitimado por treinta millones de votantes, pero que de ninguna manera los restantes ciudadanos pueden dejar de tomarse en cuenta para las grandes decisiones.
Ya hubo respuesta de la cúpula del poder.
Saben que pueden aplastar las voces ciudadanas con actos arbitrarios y comienzan a dar muestras con las contramarchas para decirlo de alguna manera.
Las huestes de Andrés Manuel son la viva imagen de la barbarie.
Existen videos de la ciudad de México donde causaban innumerables destrozos los que marchaban por las calles en apoyo de los movimientos de izquierda.
No es gente ordenada.
Atila palidece ante sus pisadas.
El bárbaro conquistador, tenía la fama, de que donde pisaba jamás crecía la hierba.
Estos son peores, donde llegan, jamás crece el bienestar ciudadano y cuando hablan de la corrupción, jamás se incluyen.
Las ronchas les brotaron a los que gobiernan el País.
Hasta mañana.