Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

Quizá lo hacen para calarme, sabiendo como pienso respecto a los apoyos para adultos mayores.

¿Estás inscrito en el programa?

Les contestó que no y ahí vienen una serie de consideraciones.

“No seas pendejo Cossío” es lo que me viene del otro lado, es dinero que ya está etiquetado y en tu bolsillo no te haría ningún mal.

Es cierto que es un derecho que tengo respondo, pero considero inmoral de mi parte recibir un dinero regalado del gobierno, sin haber hecho otra cosa para ganármelo que convertirme en viejo.

No tengo la necesidad, hay otros que si la requieren por sus precarias condiciones económicas y no es mi caso. Me siento fuerte y muy orgulloso de ganarme el sustento con mis propios medios.

“Pero es una lanita que no te estorba, me avientan del otro lado”.

Les reviro que la critica es para mi persona y que mi posición nada tiene que ver con lo que otros deciden.

Hay mucha pobreza en México.

Todos sabemos eso y lamentamos profundamente que sea por los saqueos pavorosos de los presidentes de la República y sus secuaces.

Es loable que Andrés Manuel les quiera dar un apoyo a las gentes de la tercera edad.

Pero no debe ser en forma generalizada.

Se tienen que hacer estudios socio económicos, que determinen con claridad a quién se le debe apoyar y quienes tienen lo suficiente para mantenerse por sus propios medios.

Hay ancianos que viven en casas de cartón y esos sería la mayor injusticia que no los ayudaran a sobrevivir.

Pero hay otros que tienen mucho dinero y propiedades y reciben los apoyos.

Para los cigarros y el café, son sus dichos, y me hierve la sangre.

Son coparticipes del saqueo a las arcas, con una conducta que no tiene sustento moral, pero que cierran los ojos y no rechazan el dinero oficial.

Le pido a mi Dios que me dé energías para llevar el sustento a mi hogar sin variar mi criterio respecto a esas dadivas.

Que no me cambie mi sentido de la decencia, es otro ruego.

Ya rechacé a los encuestadores de mi colonia que me ofrecieron empadronarme para que recibiera dinero sin trabajar.

No es mi caso, fue mi respuesta y se marcharon.

Quizá pensaron que era un pendejo o un loco.

Pero estoy conforme con mi posición y espero jamás quebrantar mi conducta.

Que otros la reciban y que duerman en paz con su abuso.

Pero algún día tendrá que vaciarse el costal y la finanzas oficiales declararse en quiebra.

Si eso sucede, entenderán el porqué de mi actitud.

No quiero ser parte de la causa de un desequilibrio social.

Quiero a mi País con todo mi corazón.

Por eso no contribuyo a darle en la madre.

Que Andrés Manuel y sus seguidores carguen con la culpa.

Hasta Mañana.