Por J. Humberto Cossío R.
El día 24 de junio lo festeja el sector agrícola y le rinde pleitesía con enormes ceremonias y culminan con fiestones por todo Sinaloa.
Para mi es el onomástico de mi compadre Juan S. Millán y no me olvido de enviarle un mensaje muy temprano y luego buscarlo a través del celular.
Jamás he participado en sus festejos y tampoco he buscado que me inviten a ellos.
Mi compadre tiene su circulo cerrado y se respeta.
Mi admiración ha sido de muchos años y lo considero como uno de los hombres más valiosos que haya conocido.
Cada día de San Juan, levanto mi copa y brindo por el político más completo de los tiempos modernos de Sinaloa.
He sostenido siempre, que si Dios y el diablo necesitaran quién los acercara, de inmediato voltearían hacia el Mar & Sea.
Las tormentas y la calma las maneja con la mano izquierda.
La derecha la utiliza para noquear como último recurso.
¿Quiénes se le acercan?
Todos, diría yo.
Vamos los que queremos consejos y orientaciones.
Van los que quieren su bendición política.
Se le acercan los grandes amigos y esos van por la sana convivencia.
¿Cuántos nacen y desarrollan grandes cualidades?
No deben ser muchos y mi compadre es uno de ellos.
Existimos los que somos flor de calabaza y servimos para los guisados.
Otros somos cardones y nuestras espinas lastiman.
Un gran político no necesita pregonar su grandeza.
Sus actos lo muestran y agrupan seguidores.
Sus acciones son finas y suaves y la furia la deja en otras manos.
Cuando lo requieren las circunstancias, saben emplear la energía sin provocar desastres.
Claro que considero valiosos a los agricultores y los considero nuestros mejores aliados para que Sinaloa crezca.
Pero no soy su amigo y menos tengo acercamiento a sus dominios.
Con Juan Millán es otra cosa.
Mi admiración data de muchos años y perdura.
Le serví con lealtad en su gobierno y sigo conservando ese respeto.
Casi somos de la misma edad.
Una vez más cumplí con el ritual de siempre.
Muy temprano le mandé mi felicitación y más tarde por el celular completé la acción.
El día 24 es su festejo y lo goza a plenitud.
Un abrazo compadre.