Por J. Humberto Cossío R.
Fueron muchísimas felicitaciones que recibí con motivo de haber llegado con vida y salud hasta el momento a mis 75 años.
Las primeras siete en su orden fueron:
Quirino Ordaz Coppel a las 5.01 am.
Miguel Sarabia a las 5.47 am.
Heriberto Galindo Quiñonez a las 5.52 am
Abogado Ontiveros Salas a las 5.59 am.
David Beltrán a las seis con cinco minutos.
Tony Quiñonez a las 6.14 am.
Secretario General de Gobierno a las 6.19 am.
Ellos son los madrugadores y de ahí se desprendieron muchísimas más de los que se iban levantando y leyendo el comentario del día de ayer.
Llenaría mi columna de hoy con tantos que se acordaron de mí y solo me resta decirles que a todos les gradezco de corazón sus mensajes.
Jesús Enrique Hernández Chávez me dice que llegar a los 75 años es un privilegio.
Le respondí que ser joven es una maravilla.
Las dos cosas son ciertas y ahí la dejamos.
Buenas y malas de Andrés Manuel.
Recompone las relaciones ásperas que ha tenido con los Gobernadores de Guanajuato y Jalisco.
Arremete contra los intelectuales y periodistas que firman una carta para formar una gran alianza contra su gobierno autoritario.
Buena política en lo primero y autoritarismo en contra de los que difieren en su manera de gobernar.
Muestra con ello tener la piel muy sensible y que la democracia es cosa que le importa un bledo.
En sus tiempos de opositor, echaba lumbre en contra de los gobernantes y ahora que es presidente no admite que nadie esté en desacuerdo con su gobierno.
Su autoritarismo es insultante y pinta para convertirse en un dictadorzuelo del tamaño de su amigo de Venezuela.
La idea de Andrés Manuel es de apoderarse de todas las gubernaturas que estarán en juego el 2021, y consolidar la Cámara de Diputados federal y así fortalecer su proyecto absolutista.
Andrés Manuel acabó con la democracia. Solo si se pierde la mayoría calificada en la Cámara de Diputados que ostenta MORENA, sería la manera en que volvamos a poder hablar de un gobierno con pluralidad.
No tiene mucho de que presumir este gobierno.
Economía desastrosa.
La inseguridad es una lacra que mancha su administración y ya no puede achacar a otros gobiernos lo que sucede en el presente.
Corrupción en los contratos que otorga el gobierno de Andrés Manuel sin las licitaciones que son obligatorias y que se las pasan por el arco del triunfo.
La pandemia que nos azota. Pesimamente contenida por el gobierno y ya llevamos casi cuarenta mil fallecimientos que de manera oficial nos informan y se sospecha que pueden ser el doble o el triple.
Sin embargo, Andrés Manuel sigue contando con el apoyo de los que mantiene sin que trabajen y que tienen credencial de elector.
Hasta mañana.