Edgar González Zatarain señalo que Raúl Rico debe buscar equilibrios que mejor le convengan a las finanzas de la paramunicipal, que atraviesa deudas superiores a los 46 millones de pesos
Mazatlán, Sinaloa.- La separación a través de una oficina o departamento, del Carnaval de Mazatlán, del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Artes es una propuesta propia del alcalde, que se tendrá que analizar con diversos actores y la misma sociedad, así como con el nuevo titular, afirmó Edgar Augusto González Zatarain.
El presidente municipal sustituto indicó que primero que nada se tienen que ver los pro y los contras de la propuesta, para después socializarlo con la ciudadania y tomar una decisión, lo cual, no será por el momento, ya que Raúl Rico González tiene bastante trabajo por hacer en la recuperación de la paramunicipal.
“No me puedo comprometer, hay que escuchar a los demás, mi propuesta ideal es esa, pero sin embargo, tenemos que ver los pro y contras, socialicemos y se analice para finalmente se tome la determinación, que no sucederá ahorita, porque Raúl tiene mucho trabajo que hacer”.
Sobre si los boletos para las coronaciones continuaran siendo gratuitos, al menos los de gradería, el municipe comentó que esta figura podría desaparecer, ya que tienen que existir equilibrios, porque no se puede estar regalando dinero al pueblo cuando se tienen necesidades apremiantes como los servicios públicos, la falta de camiones recolectores para la basura, y equipamiento, entre otras cosas.
“Ahí Raúl buscará el mejor equilibrio, y vamos a ver que no le cueste tanto al municipio el carnaval, que busquemos que sea lo mas autofinanciable posible con el tema de patrocinios, porque no se le puede dejar la carga al ayuntamiento, mas cuando ahorita hay una deuda de mas de 46 millones de pesos a proveedores de Cultura”.
Comento que la deuda a proveedores del Instituto de Cultura asciende a 46 millones de pesos y podría ser mayor, por lo que se tiene un reto enorme en cuestión financiera, de ahí la necesidad de equilibrar esa parte para que la institución cultural no “truene”.