Por J. Humberto Cossío R.
Peligroso escribir de los vivos y muy penoso escribir de los muertos.
Un hombre de la vida pública, que es asesinado, genera variadas vertientes del móvil de la privación de su vida.
Plantémonos en la ciudad de Guasave.
Tomemos para análisis el homicidio doloso del Secretario del Ayuntamiento y desde la pequeña oficina instalada en mi hogar, disecaré de alguna manera lo que pudo llevar al sujeto activo del delito a cometerlo.
Lo mismo trataré de establecer, las causas que pueden motivar a que nos tengan el coraje mostrado por el sujeto que mató a José Luís Guerrero.
Definitivamente no es una ejecución de las que conocemos que se llevan a cabo con mucha frecuencia.
Falta el ingrediente de las armas de alto poder como los AR-15 o los llamados cuernos de Chivo que son las terribles AK-47.
Matar a puñetes nos es propio de la delincuencia organizada.
Les pueden servir las armas blancas para la tortura, pero al final, siempre encontraremos en el cuerpo de la víctima impactos de grueso calibre y el tiro de gracia que jamás falla.
En la realización de las funciones de un servidor público, en ocasiones se daña sin querer a terceros, o bien, con toda la intención del mundo, se les afecta en su patrimonio o su manera de vivir.
El homicida, si actuó por cuenta de otro, no es un sicario moderno de los que conocemos y no encuadra entre los matones de antaño por el cuchillo, daga o puñal que fue utilizado para degollar al Secretario.
Sabemos que el gobierno municipal de Aurelia no es muy bien visto por los guasavenses y que el diseñador de las estrategias era el hoy asesinado.
¿A quién le pisó los callos?
Quién le tenía el odio suficiente para degollarlo, tal y como en audios conocimos desde el principio y que fueron grabados al agente de transito que llegó al lugar de los hechos y revisó el cuadro.
“Chocaron al diez y luego le cortaron el buche por el lado del copiloto”
Así se escucha.
Alguien o algunos lo perseguían y al impactarse el vehículo del Secretario llegaron y en forma despiadada le cortaron el cuello.
Parece crimen de odio y no sabemos las causas.
La Fiscalía General de Sinaloa tiene la investigación y en su momento nos dará el móvil y si hay personas detenidas.
De acuerdo a lo que conocemos, descarto la teoría de una ejecución de mafias.
Una pista puede ser, un negocio con final no satisfactorio para una de las partes y que haya motivado la furia suficiente para cobrarlo con el asesinato de su contraparte.
No me parece pasional. Falta el ingrediente del sufrimiento prolongado de la victima por la tortura del que se siente agraviado.
Creo que es del orden de los que llamamos resultantes del ejercicio de la función pública. Puede que Aurelia leal, presidenta de Guasave, no se encuentre muy tranquila de ser esa la motivación del homicida.
Parece un cobro de facturas de negocios.
Trato de establecer el tipo de delito y me resulta difícil lograrlo.
Hasta mañana.
