Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

Se calcula que hace 66 millones de años se estrelló en tierras mexicanas un asteroide de 10 kilómetros de dimensión y causó severos daños a todo el planeta y fue la causa directa de la extinción de los dinosaurios.

Nos dejó para constancia el cráter Chicxulub. Se piensa que los impactos sobre nuestro planeta de asteroides o parte de ellos se dan cada cien mil años.

El más reciente había sido un fragmento que explotó en la atmosfera en territorio de la Unión Soviética en el 2013 y causó cerca de 1500 heridos.

En los primeros 20 años del siglo XXl, se rompió la regla de los cien mil años y sobre el territorio de México nos cayó un aerolito de no más de setenta kilos que amenaza con extinguir todo signo de vida por sus letales efectos.

Quiere decir, que no se necesita medir kilómetros o pesar millones de toneladas, para pasar a la historia de la ciencia como de pavorosa letalidad y que pueda desaparecer a más de 120 millones de habitantes en un periodo no mayor a los seis años.

Cayó un primero de diciembre en pleno centro histórico de la ciudad de México. A pesar de estar fortificado a piedra y lodo en nuestros días, los científicos son incapaces de detener las intensas radiaciones que contaminan el medio ambiente de la ciudad de México y amenazan expandirse rápidamente en sus efectos por todo el territorio nacional.

Hay una emergencia nacional por la pandemia del CORONAVIRUS. Eso oculta el verdadero riesgo en que estamos los mexicanos con el que pensamos sería un insignificante polvo de meteorito y ahora nos damos cuenta del enorme riesgo que significa para México.

Un grupo de hombres de ciencia, separados del mundo oficial, estudian por su cuenta y a la distancia, la manera de combatir al material caído desde el espacio exterior y al que se venera como cosa sagrada por los sacerdotes del templo de nueva creación.

Cada segundo que se pierda significa acercarnos a la velocidad de la luz, a una extinción masiva de mexicanos que no estamos de acuerdo con la filosofía que nos quieren inculcar los que guardan el polvito de meteoro, y al que le organizan ceremoniales en la plaza de la constitución que llenan con adoradores de la región celeste.

Los más poderosos brujos de Catemaco en Veracruz, dispersan la versión de que se trata de la llegada de un nuevo Mesías que nos traerá un mundo diferente, donde el bienestar suplirá al desarrollo económico y la riqueza material. Que los recursos bajo tierra y cubiertos otros por las aguas del mar serán las que nos convertirán en el país más poderoso del futuro.

Se ha provocado el fanatismo por la madrecita que nos cayó de otra galaxia. Sus venenosos gases emanados desde sus entrañas anuncian el exterminio de las mentes libres.

Pésimo año el 2018 para el libre albedrio.
Se rompió la regla de la caída de meteoritos cada cien mil años.

Nos cayó un pedacito de mierda y el hedor es insoportable.

Los sacerdotes de la nueva religión, anuncian que lo llevarán de gira por el sureste de México para que lo conozcan y se inclinen a su paso.

Su salida está anunciada para el primer martes de junio si el oráculo de los dioses no dispone cosa diferente.

De nuevo en campaña el presidente.

Hasta mañana.