Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

De los encuestadores solo puedo decir lo siguiente:

La única valoración a la que nadie podía ponerle peros resultó ser la que los mexicanos sabíamos perfectamente que sucedería.

El triunfo arrollador de Andrés Manuel López Obrador.

Todas fueron pagadas por Enrique Peña Nieto en favor de su caballo negro de Tabasco.

No era un secreto la jugada del presidente en los tiempos de campaña del 2018, al mandar como candidato del PRI a un hombre sabio pero frio como una barra de hielo.

José Antonio Meade aceptó su papel.

La idea era bajar del macho al candidato panista y salió todo a pedir de boca.

Andrés Manuel es presidente y Peña Nieto jamás será tocado por autoridad alguna, así llueva y truene y los vendavales sobre su imagen sean cargadas de excremento.

Alguien paga por las encuestas y son a modo del que las ordena.

Por eso los encuestadores son gente muy acomodada.

¿Qué quiere el que contrata a las encuestadoras?

¿Le gustaría escuchar que sus propósitos van en picada?

Definitivamente no.

Son hombres que trabajan con la Psicología aplicada. Lo hacen de manera admirable y son requeridos una y otra vez para los trabajos de encuesta y las traducen en música para los oídos del que paga.

Curiosamente el de la lana les pide que sean totalmente objetivos y que le presenten la cruda realidad.

Los encuestadores sonríen para sus adentros. No tienen inconveniente en asegurar que todo se hará a conciencia y con un trabajo escrupuloso que no deje dudas sobre lo que ocurre en el momento.

Y luego de quince o veinte días, de nuevo ante el ordenador y le presentan cuadernos con presentación del primer mundo y con cifras alineadas bajo esquemas de mínimo margen de error y cobran.

El que paga sonríe por los resultados y jura y perjura que es la realidad pura de lo que sucede en el medio social electoral.

Guarda celosamente el resultado que le es presentado y a sus más cercanos les presume de la radiografía que en sus manos tiene.

El encuestador jamás falla.

Cumple con el trabajo encomendado.
Si algo sale mal, será por variaciones que obedecen a factores que no existían al momento del levantamiento.

Conocí varias encuestas de presentación excelente.

Fallaron y por mucho.

Pero su vigencia sigue y seguirá mientras haya quién pague por sentirse a gusto con lo que de antemano quieren que resulte.

Eso lo saben los expertos de la Psicología de encuestas.

Y ganan mucho dinero por sus complacencias.
En cierta e imborrable ocasión, me di a la tarea de levantar una encuesta y fueron como doscientas gentes las entrevistadas en Guamúchil.

La inmensa mayoría votaría en contra de Gladys Gaxiola para presidenta de salvador Alvarado.
Muy orgulloso la puse a la vista de mis superiores.

“Tu no sabes de esto fue mi premio”

Hasta mañana.