Por J. Humberto Cossío R.
No secuestran a un pobre.
Secuestran al que tiene.
¿Como evitamos al secuestro?
Siendo una sociedad pobre.
Esa es la última genialidad en las mañaneras de nuestro “querido y admirado” presidente de México.
Completemos su obra con cosecha de lo nuestro, aunque es imposible igualar a un hombre de la “categoría y preparación” de Andrés Manuel.
¿Como acabar con los asesinatos?Muriéndonos todos.
¿Como evitar accidentes aéreos? No construyendo aviones, helicópteros o naves espaciales.
¿Como evitar robos a bancos? Cerrando las instituciones bancarias.
¿Como evitar robos a casas habitación? No construyendo casas.
¿Cómo evitar pagos a la Comisión de Electricidad? Por supuesto que teniendo cachimbas y abanicos de mano para quitarnos la calor.
¿Como evitar robos de automóviles o medios de transporte? No teniendo autos, bicicletas, Motocicletas y camiones.
Tengo fundido el cerebro y mejor paramos.
Se queja el presidente de México que lo llamamos loco.
Que lo acusan de no saber gobernar.
Luego agrega:
De todo me podrán acusar, menos de corrupto.
Y me remito a los tiempos de campaña en el 2018 donde le preguntaron de que vivía si no tenía trabajo conocido.
Que jamás presentaba una declaración de impuestos a la Secretaría de Hacienda por sus ingresos.
Y su silencio fue la respuesta.
¿Robaba Andrés Manuel?
¿Pedía limosna por las calles?
Como el Monge loco, nadie sabe y nadie supo.
Nos reíamos bastante cuando gobernaba Vicente Fox y surgió un personaje que salía a decirnos en televisión “Lo que quiso decir el presidente”.
El presidente Fox era un tipo jovial y hasta inocentón.
La chingona fue la Martita Sahagún que dicen se fue hasta las quichis con el presupuesto de México.
Pero Andrés Manuel luce perverso y enajenado.
Sale con cada pendejada que nos deja fríos.
Y su palabra es la palabra de Dios.
Nos llena de barbaridades todas las mañanas y le aplauden, como debe ser, sus testaferros y vividores que le tienen tomada la medida.
Estuve a punto de formar parte de su campaña en su primer intento por llegar a la presidencia de México.
Renato Vega Alvarado me hizo entrar en razón.
Hasta mañana.
