Por J. Humberto Cossío R.
La llegada de Emilio Lozoya a México, nos dejó varias lecturas de la Fiscalía General de la República a cargo de Gertz Manero y la ignorancia o mala leche de la presidencia de México.
Supuestamente, entre comillas, la Fiscalía es un organismo autónomo y solo debe de rendirle cuentas al pueblo.
Pero Andrés Manuel nos muestra la calidad de su gobierno. En sus mañaneras celebra y amenaza a diestra y siniestra a funcionarios corruptos de la administración de Enrique Peña Nieto por las revelaciones que hará el extraditado ex director de PEMEX.
Gertz Manero permanece callado para no viciar el debido proceso. Es el presidente de México el que embarra la legalidad con sus estúpidas maneras de tratar el asunto de Lozoya.
Claro que sabemos que pretende recuperar credibilidad ante el electorado y no le importa meterse en los asuntos de la Fiscalía General de la República.
Anunciaron con bombo y platillo, que Lozoya se encontraba en el reclusorio norte de la ciudad de México. Lo que lograron fue ser objeto de burlas al festejar el acontecimiento sin estar informados Andrés Manuel y Alfonso Durazo, que el extraditado fue internado en un hospital privado para atenderlo de severos padecimientos que presentó a su llegada a nuestro país.
La Fiscalía, una hora antes de la mañanera lo había informado por medio de un boletín a la ciudadanía y el presidente de México no había sido informado y tampoco su Secretario de Seguridad Pública.
Andrés Manuel habla de la inmensa corrupción que privó en el gobierno de Peña Nieto, pero solo lo hace de boca y su gabinete no presenta acusaciones ante la Fiscalía General de la República a cargo de Gertz Manero.
Eso sí, a cada momento señala, que expresidentes y sus funcionarios están ligados a los actos corruptos y los sataniza desde su tribuna mañanera.
Gasta pólvora en infiernitos.
Me refiero en lo legal, pero abona con sus acusaciones credibilidad entre sus seguidores que es lo que quiere, para conservar la aplastante mayoría en la Cámara Federal de Diputados y arrebatar a sus opositores las gubernaturas que estarán en juego el 2021.
Andrés Manuel es un perfecto cacique.
Agrede a las instituciones que son independientes y presiona a la Fiscalía para que le apriete el cuello a Emilio Lozoya.
Ya comenzó a mencionar otra de sus encuestas patito.
Se refiere con ella a Enrique Peña Nieto.
“Si el pueblo vota para que se consigne, acatará la voluntad que se exprese en urnas”
Su ignorancia es supina y su mala fe manifiesta.
Si Emilio Lozoya incrimina en sus declaraciones a otras personas, corresponde a la Fiscalía General de la República ejercer o no acciones de carácter penal y se allegará en su momento las probanzas que refuercen lo que diga el extraditado.
Pero Andrés Manuel no guarda las formas.
Constriñe a Gertz Manero para que hunda a Emilio Lozoya y a los que mencione en sus futuras declaraciones.
El presidente ha mencionado videos que no tiene por que airearlos ante la opinión pública y que puede ser causa de la caída de la acusación que se presente al juzgador.
Diría como Vicente Fox:
“Cállese Chachalaca y no siga manoseando los asuntos que no son de su incumbencia.
Hasta mañana.A