Por J. Humberto Cossío R.
Jamás estaré de acuerdo en las rebajas a los apoyos a las instituciones Universitarias que son los instrumentos que tiene nuestra sociedad para dar preparación a los jóvenes de México.
Tampoco que se les de dinero a los guevones y les fomente su desinterés por servir a la patria.
Estoy en total desacuerdo, en que maestros impreparados sean los que ocupen las aulas en las escuelas de nuestro País.
Quiero que sean evaluados los maestros y los que no sirvan sean separados de la docencia.
No quiero que siga subiendo el costo de los combustibles.
Quiero que el aumento al salario no se haga polvo con los precios que fijen a sus productos los súper mercados de la nación.
Quiero que la inseguridad pública disminuya y no sea una mera jalada de Andrés Manuel para darnos atole con el dedo.
Quisiera diputados y Senadores muy responsables, que realmente nos traigan una verdadera transformación.
Necesito que Andrés Manuel sea un presidente respetuoso de las leyes y no las violente con sus declaraciones y acciones que huelen a pólvora.
Quiero un presidente de carne y hueso que no trate de encarnar a otros del pasado y nos aviente discursos de Benito Juárez, Madero o Don Lázaro.
Quiero que sea Andrés Manuel el que nos gobierne, y no un Frankenstein con partes de los que idolatra y tienen muchos años de muertos.
No queremos errores del pasado, queremos decisiones del que fue electo el primero de julio del 2018.
Su gabinete está lleno de hombres y mujeres de bastante edad.
Pareciera que pretende Andrés Manuel que encarnen a personajes del juarismo, maderismo o el cardenismo.
No queremos que la firma de documentos presidenciales se haga con plumas de ganso o pavo real.
De perdida que use plumas de a cinco pesos, pero que sean de nuestro tiempo.
¿Vivirá en Palacio de gobierno para platicar con los fantasmas que dicen que rondan por las noches vestidos a la usanza de 1800?
Eso parece decirnos con su terquedad de ser Benito Juárez.
Quiero un presidente fuerte, pero no totalitario.
Quiero un Congreso razonable y que en los Estados de la federación sean congresos muy respetuosos y que se manejen con inteligencia y sentido común.
Necesito un País moderno construido por los hombres y mujeres del presidente.
No queremos consultas estúpidas para que votemos los ignorantes en la materia que nos ponen a consideración.
No quiero que, por consulta ciudadana, se escojan a choferes de camiones urbanos para que sean los que construyan presas en México.
No quiero estupideces de los que nos gobiernan.
Quiero que desaparezcan todo lo malo que hayan cometido otros gobernantes y que nos den tranquilidad.
Eso quiero y hasta mañana.