Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

 

Efecto colateral de la balacera provocada por el gobierno federal en la ciudad de Culiacán y que nos afectará a un número muy grande de ciudadanos.

Se dispararon los robos de vehículos a mano armada.

Eso provoca pánico escénico y se sale a las calles con mucha desconfianza y siempre con el Jesús en la boca.

A los jóvenes nadie los para, aún sabiendo que peligran al acudir a los antros o reunirse en determinados lugares a beber y escuchar música los fines de semana.

Los adultos somos cautelosos y nos quedamos en casa.

¿A quién echarle la culpa de los robos de vehículos?

Peco de ingenuo con esta interrogante.
Sigamos con el punto del efecto colateral del robo de nuestros medios de transporte o de trabajo.

El seguro se dispara en sus costos.
Si queremos asegurarlos nos vamos para atrás en la cuenta que nos presentan.

“Y de inmediato nos dicen el por qué”.

La ciudad es de alto riesgo en materia de robos de unidades motrices y las compañías aseguradoras juegan con la ruleta del peligro y nos meten en su dinámica.

El día 17 de octubre, los poderes facticos quemaron muchos de sus propios vehículos o los abandonaron en distintos puntos de la ciudad y lugares circunvecinos.

Son vehículos en su mayoría, si no es que todos, que habían sido robados anteriormente.

Buscarán reponer esas unidades para futuros operativos.

De eso nadie tiene la menor duda y las aseguradoras viven de la información que se genera diariamente de todo el País.

Nos hicimos famosos por la captura y libertad de Ovidio Guzmán. Pagaremos el precio de la fama y nuestros ahorros se verán disminuidos si queremos asegurar nuestras unidades.

Andrés Manuel nos hizo el favor de alborotar la bitachera y aunque ahora niega que estaba enterado de lo que hacían sus fuerzas de seguridad, resulta inverosímil que a un presidente lo mantengan desinformado.

Si así fuera la verdad y nadie lo hizo participe del operativo debería haber pedido la renuncia inmediata de Alfonso Durazo.

El Secretario de Seguridad Pública de la federación se llevó toda la quincena del mes de octubre, balbuceando explicaciones que no nos convencen a los que razonamos y conocemos como mastica la iguana.

Nos dejó el problema a los sinaloenses que tendremos que pagar altos costos de los seguros de nuestros transportes.

Durazo y Andrés Manuel no pagan de su bolsa lo que usan o consumen.

Pero nosotros sí, y eso enchila.

Los que andan quitando carros por las calles de Culiacán se surten de todas las marcas y de reciente modelo.

De preferencia camionetas o pick ups.
Son las que mejor les sirven en los terrenos bravos por donde transitan.

Pero también buscan autos pequeños y no se conforman con despojar del vehículos.

Los afectados resultan con lesiones por las golpizas que les proporcionan los malandros.

Así las cosas y muchas gracias señor presidente.

Es el beneficio que recibimos de su gobierno a consecuencia de sus brillantes operativos y las reculadas.

Queremos Halloween.

Hasta mañana.