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FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

Me imagino el negociazo que debe haber sido la venta de velas y veladoras antes de que se pudieran iluminar las casas con cachimbas de petróleo y luego con la bendita electricidad que conocemos y disfrutamos.

Pregunté hace unos días para cuando esperaban en las agencias locales la llegada de los primeros automóviles totalmente eléctricos.

Los hay de gasolina y electricidad en la actualidad.

Ya se venden en las empresas vendedoras de automóviles de Culiacán.

Los conocemos como híbridos y cada día son más populares y los costos tendrán que bajar con el tiempo.

Luego nos invadirán los eléctricos y a medida que el tiempo pase se irán acercando a las posibilidades de los que no son millonarios.

Ya no se venden tantas velas y veladoras.
Ya ni se conocen las cachimbas de petróleo o tractolina.

Las empresas constructoras de automóviles tienen puesto su dinero en los autos y vehículos pesados movidos por total sistema eléctrico.

Ahí tienen puesto el dinero los grandes inversionistas.

Los aviones de todo tipo, también entrarán en esa dinámica y el petróleo tendrá que ser usado en otro tipo de manufacturas.
En México al parecer no se tiene esa idea.

El presidente de nuestro País sigue pensando en construir refinerías que en pocos años estarán en desuso.

¿Andrés Manuel es un producto del pasado?

Por lo que le oímos y vemos, parece que no hay duda.

Quiere un aeropuerto que no cumple con las especificaciones internacionales en Santa Lucía.

Construye refinerías cuando la tendencia es a lo eléctrico.

Le señalan que debe vender el crudo y tilda de locos a los que le aconsejan la explotación y venta de lo que se obtiene en pozos petroleros.

Hace cincuenta años las refinerías nos hubieran vuelto millonarios.

La fortaleza de nuestro País es aprovechar que somos un territorio que tiene una inmensidad de posibilidades de convertirse en el principal generador de energía eléctrica, y hasta le podemos vender a los países industrializados que necesitarán de la electricidad para la construcción de automóviles que se muevan con ese nuevo energético.

Entre Sonora, Sinaloa, baja California y baja California Sur nos convertiríamos en los mayores surtidores de este tipo de energía.

Tenemos presas para las hidroeléctricas.
Grandes espacios de terrenos abiertos y con radiante sol.

Lugares donde corre el viento y se generarían cantidades muy grandes de electricidad eólica.

Vamos invirtiendo donde haya ganancias.
Dejémonos de andar haciendo locuras.
Ahí estará la lana para que la regale a los que le de la gana y no nos tuerza a los mexicanos en nuestra economía.
No seas anticuado Andrés Manuel.

Arrópate con la modernidad y tira a la basura las vestimentas del pasado que te cubren.

Vuelve los ojos a la generación de electricidad.

Ya no pienses en veladoras y cachimbas.

Hasta mañana.