Por J. Humberto Cossío R.
Mañana las fanfarrias serán en honor de Andrés Manuel.
Por la puerta trasera caminará un hombre muy cuestionado y con una popularidad que padeció y sigue padeciendo de enanismo.
Nadie se explica como un presidente que llegó al poder con una empatía extraordinaria con los mexicanos haya dilapidado esa fortuna electoral, y las sombras de la ignominia lo acompañarán por el resto de sus días.
Quizá cambió el dinero por la gloria.
Nunca pensaremos que es hombre incompetente.
Diremos que fue un equivocado en sus maneras de funcionar como presidente.
Ninguno de sus antecesores ha sido blanca paloma.
Le tocó la bola negra a Enrique Peña Nieto y la compartirá con su “adorada” gaviota por el resto de sus días.
A menos que sea verdad aquello, de que la gaviota fue contratada por seis años y que su contrato termina el primero de diciembre.
Fue una pareja ideal en campaña.
Andrés Manuel no pudo contrarrestar la simpatía que despertaron entre el electorado.
Que tristeza el final de la historia.
Antes de salir como primera dama, la gaviota permitió un reportaje donde mostraba los lujos de la casa de los Pinos.Eso fue una bofetada a la pobreza y se convirtió en un ingrediente más para el desprecio popular.
Llega Andrés Manuel con una certificación en urnas de más de treinta millones de sufragios.
Su conducta la quiere homologar a la de Benito Juárez en su presidencia.
Austeridad y honradez son sus banderas.
Muestra fobia contra los corruptos y promete actuar con trasparencia.
Desde julio pasado borró el mandato de Peña nieto y los reflectores los tuvo en su persona.
Fue una posición muy ventajosa, ordenaba como presidente en funciones y la responsabilidad era de Peña Nieto.
Ya no tendrá esa pared para recargarse.
Lo bueno y lo malo será su carga.
Queremos que Andrés Manuel gobierne muy bien.
Si lo hace, será de beneficio para todos los mexicanos sin importar que no le hubiéramos dado el voto.
Nos da pena Peña Nieto.
Andrés Manuel nos tiene en la incertidumbre.
En seis meses sabremos de que color pinta el verde.
Esperanzas hay bastantes.
Quedan pocas horas para que comience la nueva historia.
No se que decirle a Peña Nieto en su partida.
“PRESIDENTE HABEMUS”
Hasta mañana.