Por J. Humberto Cossío R.
La impunidad absoluta por ser presidente.
Eso nos muestra Andrés Manuel López Obrador y sabe en el tapanco donde está parado y no le teme a nada ni a nadie.
Ser incompetente para afrontar una crisis de salud no lo hace responsable de lo que suceda con la pandemia.
Nos aconsejan los miembros del Consejo General de Salubridad que no salgamos de nuestras casas y Andrés Manuel nos lleva al baile con sus giras.
Se puede entrevistar con los más poderosos criminales de nuestro país y para el presidente de México eso no cuenta.
Es la inmunidad que tiene el que habita y cohabita en Palacio Nacional.
¿Quién sería el encargado de investigarlo y abrirle una carpeta y en su caso turnarlo ante un Juez?
¿Le correspondería al fiscal General de la Nación?
No veo a Gertz Manero ordenando a sus subalternos que se arranquen con ese tono.
¿Un juicio político?
Ja, ja, ja.
Con las Cámaras de Diputados y Senadores de su partido no llegaría una petición ni a la oficialía de partes de esos recintos.
Por otra parte, me llega un correo donde me dicen que reconsidere mi apreciación del presidente y sus entrevistas con miembros de la mafia de México.
Si Andrés Manuel saluda de abrazo y besos a esas personas en estos tiempos de contagio, es posible que les deje en su visita el CORONAVIRUS y este bicho les pegue duro a los que abrazaron al presidente.
Si se enferman la inmensa mayoría de los que forman esas agrupaciones tan conocidas por nosotros, estaríamos viendo que el acercamiento del presidente con ellos se debió a una estrategia y con ello pretende acabar con abrazos y besos con la delincuencia organizada.
“Abrazos y no balazos”
Es la frase que nuestro presidente acuñó para combatir a la delincuencia organizada y parece que tendremos que admitir que puede funcionarle.
Los que le sacarán la vuelta al presidente mexicano serán los de la delincuencia organizada, al comprender que se los quiere acabar con el contagio y luego al cajón.
Es guerra virulógica la que tiene en mente nuestro maltratado e incomprendido Andrés Manuel y puede que tengamos que pedirle disculpas.
Doy las gracias al que me mandó en forma anónima el correo que abrió mis sentidos ante la brillante estrategia.
Los abraza, los contagia y los mata.
Sin disparar un solo tiro y sin olor a pólvora.
No tendrá que equipar a la Guardia Nacional con modernos fusiles de combate y con vehículos de grueso blindaje y costo muy elevado.
Abrazo, beso y estornudo y te fuiste amor mío.
Retiro lo dicho en contra del presidente de México.
No es inmunidad o impunidad lo que nos exhibe. Por el contrario, no valoramos en debida forma su sagaz operativo.
Perdón Sr. Presidente de México por haber dudado de su honestidad.
Estornude fuerte y acabe con los malosos en caso de que pueda encontrarlos fuera de sus madrigueras.
Salud y hasta mañana.