Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

No hubo festejo fuera de casa.
Fue un diez de mayo nada parecido a otros que recuerdo.

No escuchamos mañanitas callejeras.

El tesoro maternal quedó resguardado en el hogar, a salvo de la pandemia que nos agobia a los que somos responsables ciudadanos.
Supongo que las pérdidas de las casas comerciales fueron inmensas, al no vender libremente los regalos que tradicionalmente se entregan el día de las madres.

No tengo idea si hubo tumultos para adquirir comida, tal y como sucedió en el festejo del día del niño.

Espero que no.

No quise reportear el diez de mayo.

Evité constatar desacatos de la población y preferí pensar que los habitantes de Culiacán hicieron caso de las prevenciones de la autoridad.
Cerveza hay para tirar para arriba.

¿Quién la vende y hace el gran negocio?

Los inspectores de alcoholes deben saberlo perfectamente y sus bolsillos quedarán bastante hinchados cuando la prohibición termine.
Siempre es igual.

No importan los colores de los gobiernos.

Nadie le hace el asco al dinero que se genera a causa de lo que sucede en estos tiempos.

Si los borrachos quieren tomar y los expendios se encuentran cerrados, tendrán que pagar el extra que significa adquirir los embriagantes y ser parte del gran negocio que se genera por causa de la pandemia.

No somos un pueblo ordenado y en Culiacán se dice que hay mucho dinero que cambia de manos con velocidad asombrosa.

Aquí viven los que mandan en las calles.

El presidente de México lo tiene muy claro desde el 17 de octubre del año pasado.

Nosotros desde antes y aprendimos a convivir con ello y con ellos.

Los aguajes a todo lo que dan.

Reciben pagos en moneda nacional y en dólares.
La cotización de la moneda americana no la sabemos, por no tener billetes verdes y tampoco fuimos a comprar cerveza.

Fue un día de las madres sumamente raro.

No había donde llevar a comer a las mamás.
Los restaurantes cerrados y solo para llevar tuvieron algunos.

Preferible comer en casa con la madre y no llevarla a la calle y darle en la madre.

Se recordará por mucho tiempo el 2020.

Solo festejos caseros y solamente algunos tendrán las bandas y ya sabemos quienes pueden darse el gusto.

La pandemia nos pegó en todo lo alto.

Cambió la costumbre de festejar a las madres, o para muchos, festejarse el diez de mayo teniendo como pretexto a su madre.

Se las debemos señoras.

Hasta mañana.