Por J. Humberto Cossío R.
La sonrisa del millón de dólares y la facilidad para llamar compadres a todo el que se le para por enfrente, son las cosas de Chuy Valdés Palazuelos que le envidio.
Es muy joven, apenas cumplirá 42 años en diciembre.
Si se convierte en Gobernador de Sinaloa en el 2021, pudiera ser el más joven que haya sido electo para el cargo.
Luego, tendría el honor de romper el embrujo que pesa sobre los presidentes municipales de Culiacán.
Ninguno de ellos se ha convertido en Gobernador.
Cuando menos en los tiempos modernos.
Son muchas las circunstancias que rodean a los candidatos a Gobernador. Solamente uno de ellos llega a sentarse en la silla del tercer piso de palacio de gobierno en esta ciudad capital.
¿A cuantos ciudadanos que encuentra Chuy Valdés en la calle o en eventos les ha dicho compadres y acompañando la expresión con una cautivadora sonrisa y el abrazo?
Dirían las mujeres:
¡Es muy mentiroso el chuyito!
Un historial político impresionante.
Diputado local, diputado federal, Secretario de Estado y dirigente del PRI estatal.
Y apenas cumplirá 42 abriles.
Como dirigente del PRI ha tenido la oportunidad de recorrer varias veces el territorio sinaloense, generando amistades que pueden traducirse en votos en la siguiente elección para relevar a Quirino Ordaz Coppel.
Tiene un capital político inmenso a pesar de su juventud.
Su plataforma es de primera línea. Solo falta que el dedo de Dios se plante en su dirección y lo convierta en candidato del PRI para gobernador llegado el momento de relevar a Quirino Ordaz Coppel.
El dios priista en Sinaloa es el actual Gobernador.
Se supone y se supone bien, que sabe las condiciones de cada aspirante y sus probabilidades de triunfo.
No creemos que la dirigencia nacional del PRI le quite ese derecho a Quirino.
Chuy Valdés sería un magnifico candidato.
Una esperanza fundada de triunfo, frente al que resulte ungido por Morena o una alianza de las huestes del presidente con los personajes de la política de Sinaloa y que brillan con luz propia en el firmamento.
Rocha Moya o Himelda Castro de Morena y Melesio Cuén Ojeda del PAS.
O bien Gerardo Vargas Landeros y Melesio Cuén Ojeda en alianza de facto.
Eso puede llegar a enfrentar Jesús Valdés Palazuelos si lo ponen al frente del tricolor para el relevo de Quirino.
Es gallo jugado y de mucho empuje.
Todo es de acuerdo con lo que logre penetrar en el ánimo del Gobernador de Sinaloa.
Al frente del PRI y sin fondos en el partido, su accionar es destacado y sigue rindiendo frutos que no sabemos si puedan ser suficientes para aspirar al triunfo.
Jesús Valdés es de probada calidad política.
La marca del PRI será su enemigo principal.
Hasta mañana.