Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

 

El reducto democrático que todavía existe en nuestro País es el Instituto Nacional Electoral.

Resiste las embestidas que llegan desde la presidencia y mantiene el grado de independencia necesario, que garantiza elecciones libres, sin obediencia a lo que disponga el presidente de México.

En Coahuila e Hidalgo habrá elecciones el 18 de octubre del 2020. En el primero de los nombrados, los comicios serán para elegir diputaciones locales y en Hidalgo para los Ayuntamientos.

En el 2021, el primer domingo de junio habrá elecciones para gobernador en 15 Estados y también se elegirán Diputados federales, diputados locales y Ayuntamientos.

Baja California, Baja california Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luís Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas están en esa tesitura.

En el mismo 2021 habrá elecciones para elegir diputados locales y Alcaldes en Ciudad de México, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

De los diputados federales, 300 son por mayoría relativa y 200 plurinominales.
Mencionamos al INE por una muy buena razón.

Prohibió que en Coahuila e Hidalgo se trasmitieran las mañaneras por considerar que viciaban el proceso electoral.
Pero el Tribunal Federal Electoral echó abajo esa prohibición. Permitirá que Andrés Manuel siga aventando pestes a los electores sobre los gobiernos que lo antecedieron, tachándolos de corruptos y linchando a diestra y siniestra a quién le venga en gana.

El Tribunal Federal Electoral es un órgano más de la presidencia de México y permitirá que sigan las mañaneras durante el proceso electoral del 2021.

Andrés Manuel es el chicho de la película y le pelan los dientes los que en su contra griten y den patadas de coraje al piso.
Sus “eggs” son el gobierno supremo.
Hay una esperanza de equilibrio democrático.

El INE es el último bastión en contra de este gobierno autoritario y abusivo que encabeza Andrés Manuel.

No recuerdo un gobierno tan desgraciado como el que padecemos.

Las dictaduras de partido en el pasado eran calificadas como blandas.

Nada que ver con la prepotencia de la mal llamada cuarta transformación que avasalló en las urnas del 2018.

Son unos perfectos “jijos de su ingada mamacita”.

Y no hay manera de cambiar las cosas en estos momentos.

La esperanza es para el 2021. El punto medular es que los partidos de oposición destruyan con los resultados electorales, la grosera e inmensa mayoría calificada que tenemos en la legislatura federal.

Si no se logra ese objetivo, el siguiente paso será reformar la constitución y permitir que la reelección del presidente de México exista y así perpetuar al presidente Andrés Manuel.

Es un siniestro escenario.

Pero muy posible.

Hasta mañana.