Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

El terrorismo que Donald Trump implementa en contra de los mexicanos, al provocar la lentitud en el cruce de los tráileres que mandamos con mercancías y las de los vehículos de los residentes que habitan en las ciudades fronterizas, es aterrador.

Eso es una pequeña muestra de lo que nos puede hacer el presidente de los Estados Unidos de Norte América.

Somos una minúscula Nación y siempre se ha dicho que somos el patio trasero donde nuestros vecinos arrojan su basura.

Nos mandaron millones de tonelada de chatarra que los mexicanos compramos en forma de automóviles y camionetas o pick ups.

Y seguimos comprándoles todo lo que se pueda introducir al País.

Andrés Manuel y su gabinete, nos hablan de que tenemos resuelto cualesquier problema de carácter comercial y que no hay que tener miedo con el cierre de las fronteras con Estados Unidos.

En realidad, no hay que sentir miedo, más bien hay que sentir pavor y para muestra de lo que pudiera ocurrir con los productos agrícolas que les mandamos a los mercados allende las fronteras, ya se sienten calambres en el cuerpo de los productores regionales por esa lentitud de paso que provocan intencionadamente por orden del presidente.

Nuestros agricultores dependen de lo que hagan nuestros vecinos.

No hay de otra.

Los bolsillos de los horticultores se llenan cuando los mercados gringos requieren nuestra producción.

Pero si hay impedimentos para venderles, la ruina se hará presente muy pronto.

Lo que diga Andrés Manuel les vale madre a nuestros horticultores.

Les importa lo que disponga Donald Trump.

Si hay cierre de fronteras para nuestros productos, apestará a piojo en toda la geografía sinaloense.

Vivimos muy cómodos durante muchas décadas y nos acostumbramos a lo que genera la venta de nuestros productos a los Estados Unidos.

No tenemos alternativas.

O le vendemos a Trump, o nos lleva la chingada.

Así de grave es nuestra situación.

Los envíos a otros países son muy costosos y requieren de acuerdos comerciales que pueden o no existir.

El tratado de libre comercio nos dio seguridad hasta que llegó el terrorista esquizofrénico que lleva por nombre Donald.

Dicen que no es bipolar, que más bien es un terrorista comercial disfrazado de presidente del País más poderoso de la tierra.

Sea lo que sea, estamos en un grave problema los sinaloenses.

Si no pasan los transportes que enviamos desde nuestro Estado, seguramente las consecuencias se harán muy visibles en corto tiempo.

Aquí no hay consecuencias a mediano plazo.

Si no vendemos nuestra producción, el golpe es demoledor y de incalculables proporciones.

En manos de un loco, o de plano en las de un jijo de su tiznada madre.

Hasta mañana.