Por J. Humberto Cossío R.
Me encanta escuchar el apasionamiento de mi amigo Salvador Mercado de la ciudad de Los Mochis.
Sigue portando la camiseta de Malova cuando se dirige a los juegos de beisbol de la escuadra de Mario López Valdéz.
Le fue muy bien en los seis años del gobierno del dueño de las ferreterías más importantes de la cañera ciudad.
Chavita es un convencido de las bondades de Andrés Manuel y lo gritó desde siempre y lo sostiene ante propios y extraños.
Ni de Malova o Andrés Manuel se le puede hablar en contra.
Se suelta maldiciendo los gobiernos del PRi y critica de manera agria sus corruptelas.
Solo pudimos balbucear tímidamente que eran iguales o peores los que llegaron de MORENA.
Me puso al día sobre las desgracias de Alfredo Padilla Fierro.
Es lastimoso saber que ha quedado en la vil calle por los pleitos con su esposa e hijo. Su fortuna la tenía a nombre de ellos y lo dejaron sin nada.
Alfredo Padilla fue Diputado local, federal y Presidente Municipal del municipio de Choix y sus bienes y dinero no eran cualquier cosa y ahora se quedó sin nada.
Aquel dicho mexicano muy antiguo:
A las mujeres, ni todo el amor , ni todo el dinero.
En el caso de Alfredo Padilla, nos viene a la mente como una película en blanco y negro, que pasa una y otra vez en los recuerdos.
Ojalá que todo se le solucione y que pueda vivir con la tranquilidad que merece.
Sus ahorros, de toda la vida, ya no están en sus manos.
Volvemos con el Chavita Mercado:
Cuando se refirió a MORENA en Sinaloa, piensa que arrasará en las elecciones del 2021 y no se sale de su letanía diciendo que Sinaloa será de MORENA.
Nos pone de ejemplo a Puebla y Baja California. Cuando le mencionamos la pobreza de participación ciudadana, nos contesta que ganó MORENA y que eso es lo que cuenta.
En el 2018 le entregué mi voto a José Antonio Meade a sabiendas de que no iba a ganar.
Mi palabra estaba comprometida con el Senador Mario Zamora Gastelum que mi sufragio era para Meade y así sucedió.
Andrés Manuel es un mal presidente, pero un formidable candidato.
Arrasó, y al día siguiente de la elección, comenzó a gobernar y sometió a Enrique peña Nieto.
Es cosa sabida por todos los mexicanos.
Pero no quiere decir que nos tenga sometidos a todos.
Bastantes ciudadanos votamos en su contra y eso cuenta.
Su política no me gusta y así lo expreso abiertamente de boca y por mis columnas para FAX POLITICO y para FAX DEL FAX a través del celular y las redes de lunes a viernes.
Me parece un demagogo. Es una impresión fundamentada por las babosadas que comete día a día y que nos pueden llevar al desastre.
Es un priista renegado y con las mismas mañas.
Su gente llegó al poder con mucha hambre, y en cuanto puedan, dejarán vacíos los costales del gobierno.
Hasta mañana.