Por J. Humberto Cossío R.
Hernán Cuevas se nos va del PRI.
Dice estar cansado de servir de escalón para otras gentes y no soporta ni un minuto más las imposiciones que detesta.
Nuestro amigo es de los grandes valores políticos nacidos y criados en la tierra de los ilustres hombres y Atenas de Sinaloa.
Pueblo mágico de Mocorito lo vio nacer.
Su padre fue el aguerrido político Mario Cuevas.
La política la lleva en la sangre y es herencia de Don Mario.
Hernán fue un excelente presidente Municipal. Durante su trienio se hicieron obras de gran relevancia que actualmente embellecen a pueblo Mágico.
Es un político considerado como muy humano y que jamás se olvida de la gente que lo rodea y de los que gobernó en su tiempo.
Nos consta como lo buscan para pedirle ayuda en gestiones de todo tipo.
Nunca les niega su esfuerzo y eso lo tiene identificado plenamente con todo tipo de gentes de los pueblos de la costa y de la sierra.
Su capital político y humano es bastante grande.
No tiene vuelta de hoja que se va del PRI.
Han sido ingratos con Hernán y lo buscan solamente como escalera.
No quería abandonar a su partido.
Pero hay cosas que no se aguantan y le pasó una de ellas recientemente.
Con Hernán se irán bastantes de sus seguidores y si es candidato lo seguirán varios miles que le son muy fieles.
Pronto se hará el anuncio.
Nosotros lo sabemos desde hace tiempo, pero esperábamos que reflexionara con serenidad y que tomara una decisión de la que no se arrepintiera.
Ya la tomó y abandona el PRI.
Donde vaya, llevará seguidores que engrosarán las filas del que le dé su cobijo.
Soy su amigo y siempre escribiré sobre sus atributos y bondades.
Conozco a su familia y me honran con su amistad.
Ya no tenía cancha en el PRI de estos tiempos y prefiere irse sin desfiguros.
Claro que anunciará su partida.
Un político jamás debe hundirse en el mar del olvido.
Si abandona el puerto, debe ser con las velas desplegadas y con navegación de grandes latitudes.
Hernán es un valor que extrañará el PRI.
Lo arrinconaron y tiene el valor suficiente para reaccionar con gallardía y buscar los nuevos rumbos.
La política es así.
El PRI es especialista en desaires, a pesar de encontrarse calificado como partido en peligro de extinción.
Hernán no quiere seguir siendo objeto de desdenes.
Con emoción sirvió a su partido y se aleja con dolor en su alma.
Hasta aquí el comentario sobre Hernán y les notifico que por una semana completa no escribiré esta columna.
Hasta el lunes 28 de este mismo mes.
Pórtense bien y no coman tierra.
Nos vemos pronto.