Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

Un cariñoso mensaje a mis compañeros pensionados del Seguro Social y del ISSSTE.

¿Están conscientes, de que si la economía de México se desploma, nuestras asignaciones no podrían pagarse?

¿Han pensado en eso?

Yo sí, y estoy sumamente preocupado, que, en mi vejez, me quiten lo que gané legítimamente con tantos años de trabajo.

Andrés Manuel no tendrá la manera de pagarnos, si el País se estanca en su desarrollo y la nave económica se va a pique.

Por eso tengo el temor fundado, de que todo se eche a rodar si nuestro presidente sigue aferrado a esas actitudes estúpidas del populismo, y no se preocupe por fomentar la inversión de los nacionales y extranjeros en nuestro territorio.

Sus conferencias mañaneras son el terror nuestro de cada día.

Sus propios funcionarios tratan de encauzarlo, pero ante la necedad del Juárez resucitado en el tabasqueño, no tienen de otra, y guardan silencio y las finanzas nacionales siguen rodando hacia el abismo.

Andrés Manuel no tiene una lampara mágica y tampoco al genio de la botella como su proveedor.

Depende de sus propios actos y los de su gabinete.

Le aplaudiría que les regalara el dinero a los guevones, si estuviéramos en jauja y las finanzas sólidas y bien reguladas.

Pero no hay crecimiento, y los costales de dinero del erario, por consecuencia lógica tienen que ir a la baja en su contenido.

No hay chorro de agua que llene los tambos y el cuerpo de su gobierno se adelgazará rápidamente.

Pero sigue montado en su burra y pensando que los supuestos ahorros en la función pública son suficientes para mantener a México sano y salvo.

Es muy temprano para compararlo con Venezuela a nuestro País.

Maduro ya no tiene nada que darle al pueblo. Por eso los estallidos de violencia ante la desesperación que produce el hambre y las enfermedades que aquejan a los venezolanos.

México todavía se encuentra muy lejos de esas precarias condiciones.

Pero el gobierno de Andrés Manuel mantiene el timón firme por la ruta de la desgracia, y no sabemos en cuanto tiempo azotarán los vientos sobre la nave que le fue entregada al tabasqueño.

Para pagar las pensiones, es condición sine qua non que exista la manera de hacerlo.
Si no hay dinero, no hay pago, y si no hay pago, hay desesperación de los que vivimos de ese cheque quincenal que llega a nuestras cuentas, establecidas a propósito en las diversas instituciones bancarias señaladas por el gobierno.

Yo si tengo miedo.

Si ustedes no, debo admirarlos por valientes y estoicos.

¿Quiero que le vaya como en feria a nuestro presidente?

Creo que es la millonésima ocasión que manifiesto que quiero que le vaya muy bien y con eso nuestro País lucirá pujante y nosotros protegidos.

Ilumínalo, señor, al peje lagarto.

Que se le abra el entendimiento, es nuestro ruego.

Hasta mañana.