Por J. Humberto Cossío R.
En el año de 1945 a las cuatro y media de la mañana del 16 de julio, en el desierto de Nuevo México se detonó la primera bomba atómica.
Semanas más tarde fueron arrojadas dos de ellas en las ciudades de Nagasaki e Hiroshima con algunos días de diferencia.
Se rindió el Japón y así terminó la segunda guerra mundial.
Harry S. Truman fue el presidente que autorizó el operativo.
Soy de la generación de las armas nucleares.
Hoy cumplo 75 años y mas o menos a la hora de la explosión en el desierto de Nuevo México, mi querida madre era asistida por una comadrona en nuestra humilde casa de renta, propiedad de Don Ruperto Inzunza, por la calle Rosales entre Serdán y Granados de esta ciudad de Culiacán.
El río Tamazula rebasó su cauce ese día y el trabajo de parto sobre un catre y la partera con el agua arriba de las rodillas.
Mis inolvidables padres fueron Don Antíoco Cossío García y la señora Luz Ramírez de Cossío y fui el menor de sus cuatro hijos.
Seguimos vivos mi hermana Luz María que es la mayor de la familia y el que esto escribe que soy el más chico.
Carlos Ramón y Guillermina por desgracia fallecieron.
La primera vez que ejercí mi derecho al voto fue en favor de Luís Echeverría Álvarez.
Luego sufragué en favor de López Portillo que no tuvo candidato en contra.
Seguí con De la Madrid Hurtado y Carlos salinas de Gortari.
Fue la primera vez que dudé en votar por el PRI.
Pero le entregué mi voto a Salinas.
Ernesto Zedillo Ponce de León me pareció buen candidato y voté pensando en Luís Donaldo Colosio.
Vicente Fox Quesada recibió mi sufragio y sufrí el desprecio de los familiares y amigos de Francisco Labastida Ochoa.
Voté por compromiso y sabiendo que iba a perder en favor de Roberto Madrazo.
Gustosamente voté por Enrique peña Nieto y la Gaviota.
De nuevo voté por compromiso por Meade a pesar de saber que Andrés Manuel arrasaría en la elección.
A nivel Estado, mis mejores votos fueron para Renato Vega Alvarado, Juan S. Millán, Mario López Valdez y Quirino Ordaz Coppel.
El 2021 está muy cerca.
No votaré por MORENA.
No comulgo con la manera de gobernar de Andrés Manuel.
Es un fracaso como presidente de México.
Aunque tiene tiempo de cambiar y esa es mi esperanza.
Soy de la generación de la bomba atómica.
Por eso soy explosivo y me gusta serlo.
No tengo grandes cosas materiales.
Pero vivo feliz en familia y amigos.
Espero llegar al 2021 y votar por el que me dé la gana.
Hasta mañana.