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REFUERZAN SEGURIDAD TURÍSTICA… SACRIFICAN LAS COLONIAS

Se tuvieron que desincorporar a cien elementos para que formaran parte de la Policía Turística y de la Policía de Tránsito Turística


Mazatlán.-Pese a que se habla de mejorar los niveles de seguridad en los espacios turísticos del puerto, la conformación del nuevo CAPTA, viene también a agudizar los niveles de inseguridad en zonas periféricas de la ciudad, puesto que hubo que desincorporar a cien elementos para que formaran parte de la Policía Turística y de la Policía de Tránsito Turística, dependientes de este nuevo organismo.

Esta medida ha sido fuertemente cuestionada  ante el déficit de elementos que registra la  Policía Municipal, al punto de desconocerse  a cuánto asciende el número de efectivos para velar por la seguridad de los ciudadanos.

 

“Definitivamente en Mazatlán tenemos un déficit de policías, no tenemos el número que nos requiere la norma internacional, y los estándares internacionales, nos faltan más de la mitad; carecen de cuerpos policiacos sin duda alguna; si bien es cierto la iniciativa que se acaba de realizar por parte de gobierno del estado en conjunto con el municipio para atención del turista; pero también los demás sectores de la ciudad ocupan reforzar las medidas de seguridad, los elementos que alcancen a arropar, a proteger y vigilar a todos los cuadros de la ciudad, porque el delito más reiterado que se esta dando, por estadística, es el robo a casas-habitación”. señaló José Ángel Serna Valdés, Presidente del colegio de abogados Marco Antonio Arroyo Camberos.

De acuerdo a las cifras proporcionadas por la propia Secretaría de Seguridad Pública municipal, 80 agentes preventivos y 25 agentes viales formarán parte del CAPTA,  responsable únicamente en la franja turística.

Aunque no hay cifras oficiales, se calcula que la corporación cuenta con apenas 600 elementos capaces de participar en el operativo, pero tras la creación de este Centro de Atención y Protección al Turista la cifra se redujo a 500, de manera que el resto de la ciudad podría resentir los efectos de esta resta, donde menudean los robos a comercios, a casa-habitación, y los asaltos a transeúntes.