Punto y Coma Noticias

FAC DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

Tienen razón y así lo consigno.

Esperemos seis meses del gobierno de Andrés Manuel y luego hablamos.

Me parece una postura muy aceptable y sustentable, además.

Pero hay cosas que no cuadran.

Perdón y olvido a los saqueadores de México.
Imposible separar sus promesas de acabar con la corrupción, si antes no pone los drásticos ejemplos de aplicar la ley sin distingos.

Un millón de veces no, al que se llama el nuevo Mesías, y que anuncia en el reino de la tierra, un nuevo gobierno que el califica como el de la cuarta transformación.

Nos dice que en PEMEX existen los más grandes nidos de saqueadores de las arcas nacionales y manda el ejercito a resguardar las instalaciones.

Eso lo sabemos desde hace varias décadas.
Que ahí es donde nació el trafico de las gasolinas y que le cuesta al País cantidades que ni el mismo Alí Babá soñó jamás en atesorar en sus cuevas.

¿Y?

¿Con motivo de la reconciliación los va a dejar sin castigo?

¿Otra vez perdón y olvido?

Esto no puede dejarse seis meses sin señalárselo al presidente de México.
En México se siguen cometiendo asesinatos y no han parado con la llegada de Andrés Manuel.

Lo mismo sucede en Guerrero, Tamaulipas, Michoacán, Jalisco y el resto del territorio mexicano y no hay quién les ponga el freno a los matones.

Nos habla de una guardia nacional, que no es otra cosa que mezclar al Ejército y la Marina con policías de las distintas corporaciones y niveles.

Eso no es nuevo, desde hace mucho que hay mezcla de ello y nada se remedia.

Nos consta y a ustedes también, que por aquí hemos visto en muchas ocasiones, desfilar por nuestras calles a soldados y marinos junto a nuestros humildes policías municipales y estatales y nada se detiene.

No necesito que transcurran seis meses para decirles, que la famosa guardia nacional y la carabina de Ambrosio serán lo mismo, pero ahora sirviendo, y digo sirviendo entre comillas, a la izquierda en el poder.

Acepto sin conceder, que Andrés Manuel sea el hombre más decente y honesto que se hay parido en nuestras tierras.

Acepto que sus intenciones sean las mejores.

¿Y sus colaboradores qué?

Son igual de decentes y honestos, o de plano se aprovecharán de su ingenuidad y serán ellos los del nuevo negocio gubernamental.

Conocí un servidor público de Sinaloa con fama de hombre honrado, y que el jamás participaba en actos de corrupción.

Lo que nunca supo, que sus subalternos se cuajaron de billetes y el siguió pensando que su dependencia funcionaba sin mancha alguna.

Puede que así sea Andrés Manuel.

Esperaremos seis meses para saber de que color pinta el verde.

Hasta mañana.