Por J. Humberto Cossío R.
Recuerdo perfectamente la inmensa alegría que me proporcionó Quirino Ordaz Coppel cuando fue nominado candidato a la Diputación federal.
Otra más, cuando triunfó claramente sobre sus adversarios.
En los dos momentos me hice presente con mi llamada telefónica.
Saber que un amigo es triunfador es algo que no cambio.
Luego, cuando me llega a Culiacán con la designación de candidato al gobierno del Estado, al verlo me llené de júbilo y surgió un abrazo como correspondía al encuentro.
Siempre ha sido muy afectuoso y es cosa que se la agradezco infinitamente.
No soy de los que anda de un lado a otro haciéndose presente en los eventos de gobierno para que me vea.
Guardo prudente distancia en mi trato y jamás lo he vuelto a llamar por su nombre al saludarnos personalmente.
Soy muy formal y así debe ser.
Señor Gobernador, es la mención en privado y en público.
Los igualados no son bien vistos y se nota en el semblante del Gobernador de Sinaloa.
El tiempo pasa muy rápidamente.
A partir de noviembre del 2021 lo volveré a llamar Quirino al encontrarnos.
Nuestro Gobernador es hombre de solida fortuna.
Todo lo ha ganado limpiamente y en base a su esfuerzo personal.
Al terminar su mandato, volverá a enfrascarse en sus empresas y pasará a ser uno más de los ciudadanos sinaloenses que veremos en las calles de Sinaloa.
Siempre será recordado como Gobernador.
Nadie le podrá borrar esa historia curricular y a mucho orgullo.
Los mazatlecos se refieren al Gobernador como Quirino y el pueblo lo puede llamar como le dé la gana.
Su obra social y material le pondrán el sello de salida.
El Gobernador no es hombre de escándalos y con familia muy sólida.
Me gusta su gobierno.
Buscaré no perder su amistad.
Espero que Dios me de larga vida y encontrarme con el Gobernador cuando ya no sea la primera autoridad de Sinaloa.
Espero que logre dejar a un priista como su relevo.
Muy difícil, pero como dice el Senador Mario Zamora, nada es imposible cuando se trabaja arduamente para ello con honestidad y sirviendo día con día a los sinaloenses.
Es cuanto, dirían los que suben a tribuna en la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
Hasta mañana.
