Por J. Humberto Cossío R.
Suelta los perros y luego amárralos.
En política, es muy frecuente, que el que genera los problemas es el mismo que los desaparece.
Son los magos del desmadre y la eficiencia.
Cuando el comercio formal suelta criticas contra el presidente municipal en turno, de pronto las banquetas de los lugares claves de las ciudades se ven invadidas por los llamados comerciantes informales, y se convierten en el dolor de cabeza de los organizados y críticos de las autoridades.
Los organismos saltan en defensa de sus agremiados y piden la ayuda de la autoridad, y luego de platicas y largas sesiones, obtienen la promesa de actuar de inmediato.
Así sucede y los organismos callan boca y todo mundo contento.
En carreteras, se hacen presentes liderazgos que reclaman al gobierno federal el pago de sus cosechas o mejores precios de garantía. Para que su voz se escuche, toman las casetas de peaje y causan el caos financiero en esos lugares,
Desde la ciudad de México se llama a los Gobernadores para que ayuden a resolver el problema, y de inmediato, se convocan a reuniones donde se establecen acuerdos que ponen fin a ese tipo de manifestaciones.
Los líderes quedan bien, los Gobernadores cumplen con el presidente y el presidente se convierte en hombre sensible y sabio.
Don Fidel Velázquez llegó a tener inmenso poder.
La CTM era respetada por toda clase de políticos y el mismo presidente de México.
Cuando era necesario, Don Fidel soltaba los perros, y en el momento preciso los volvía a amarrar.
Quedaba bien con sus agremiados, y sobre todo, mostraba su fuerza a los que no querían entender las reglas de urbanidad y buen comportamiento.
Hasta el último suspiro, mantuvo su férrea disciplina dentro de las filas cetemistas.
En Sinaloa tuvo grandes líderes y amigos verdaderos.
Convirtió en Gobernador a Genaro Alfonso Calderón y preparó su mejor discípulo para que llegara a serlo posteriormente.
Juan S. Millán le rindió culto a Don Fidel en vida y después de su fallecimiento.
Estamos viviendo la octava transformación de México.
Andrés Manuel afirma que es la cuarta y ese lugar le corresponde a Porfirio Díaz que convirtió a su gobierno en dictadura.
El gobierno de Juárez y sus leyes de reforma fueron la tercera.
La segunda fue la independencia de México.
La primera, sin duda alguna, fue la conquista de nuestro territorio por las fuerzas españolas de Hernán Cortez.
Andrés Manuel tiene jaurías en toda la nación.
A una orden suya, los perros más bravos le causan problema a quién le dé la gana.
Tiene gente dispuesta a azuzarlos en todo el territorio.
Luego, después de mostrar su fuerza, da la encomienda al mismo que los soltó, para que los amarre.
Saludos al Senador Rocha Moya y a la diputada Graciela Domínguez.
Ya cumplieron y hasta mañana.