Punto y Coma Noticias

FAX DEL FAX

Por J. Humberto Cossío R.

Cuentas claras y amistades largas.
Sinaloa por primera vez no tuvo observaciones por el manejo de los recursos federales que le llegan al Estado.

Se dice muy sencillo y es harto difícil que suceda.

Siempre hay observaciones, aunque sean de las mínimas y que se puedan subsanar sin grandes dificultades.

Esta vez no.
Resulta increíble en nuestros tiempos, donde se echa mano de lo que se encuentre al alcance para remediar males que amenazan a desestabilizar al gobierno.

De ahí que admiramos la pulcritud de los funcionarios de Quirino Ordaz Coppel y del cuidado que tiene el Gobernador para vigilar que no se descarrilen los servidores públicos y le echen a perder lo que tanto cuida.

A nosotros nos fiscaliza la federación y siempre nos preguntamos: ¿quién o quienes serían capaces de cuestionar al presidente?

Ya sabemos que hay órganos establecidos para supuestamente seguir el accionar del gobierno federal, pero no hay una instancia independiente que pueda cuestionar a la primera autoridad del País y todo queda en la inmensidad de la oscuridad y el silencio.

El presidente de México nombra a todos de manera directa o indirecta.

Los legisladores están para levantar la mano en las votaciones y el si señor es el referente de conducta de Diputados y Senadores.
No hay menú para desayunos, comidas o cenas.

Es una sopa les guste o no a los que tienen hambre.

Los alimentos son aprobados desde la oficina de la presidencia y lo que toman también es fiscalizado.

No hay frenos reales para el presidente de México.

Su límite es su santa voluntad.
No se puede discutir contra el que dictó el lenguaje.

De cuando en cuando surge la voz aguardentosa de Porfirio Muñoz Ledo en la Cámara de Diputados o la finita de Ricardo Monreal para indicarle al presidente lo que sea de mayor conveniencia.

Pero son escasas las ocasiones y no tienen gran trascendencia.

A los Gobernadores les aplican el chicote y es que es la manera de destacar de los órganos de vigilancia de la federación.

Por eso nos sorprende que el gobierno de Quirino se encuentre limpio de manchas.
Realmente es una agradabilísima sorpresa la que nos dio el gobierno de Sinaloa.

Cero observaciones, se dice fácil, y resulta sumamente difícil el lograrlo.

Pero así sucedió con Quirino Ordaz Coppel. Quedan pendientes muchas cuestiones que datan de hace varios sexenios y que ameritan sanciones del tipo administrativo y quizá las acciones penales ya se encuentren prescritas.

Siempre es reconfortante tener buenas noticias.

Quirino dio la nota a nivel nacional por no tener manchas en el manejo de los recursos que envía la federación.

De Andrés Manuel no se sabe nada.

Hasta mañana.