Por J. Humberto Cossío R.
Si alguien me hubiera dicho hace unos meses que el partido de MORENA sería un jugoso botín en Sinaloa me hubiera carcajeado.
Raúl Elenes, nuestro flamante Comisionado Nacional de pesca, tomó las riendas del partido de Andrés Manuel como haciéndole un favor al peje y soportando toda clase de burlas de la clase política que tenemos.
Ahora brinca Merary Villegas, flamante Diputada federal, y expresa de manera directa que ella quiere ser la dirigente estatal de MORENA en nuestro Estado.
Se menciona a Roberto Cruz como otro aspirante a la conducción.
Roberto Cruz es considerado un Chivo en cristalería y renegado del partido de Acción Nacional que lo hizo diputado y no lo quiso investir como candidato a una diputación federal por considerarlo poco confiable.
Se menciona por Merary, que quiere impedirle el paso a Gerardo Vargas Landeros y no tengo conocimiento que este político busque la dirigencia en Sinaloa de este partido.
¿Lo hace Merary en aras de un bien supremo, o ya vislumbró que de aquí en adelante los recursos federales le llegarán al partido y que puede salir de sus apuros si logra convertirse en el relevo de Raúl Elenes?
Elenes tiene o tenía muchos amigos en la ciudad.
Gente que le costeaba sus desayunos cuando la inopia era su mejor carta para exhibir.
Ahora ya no les contesta al celular y hasta voltea la cara para el otro lado cuando se topa con alguno de sus benefactores de antaño.
Sigamos con el tema de Merary.
Ya levantó la mano y está dispuesta a dejar su diputación para venirse sobre la dirigencia estatal de MORENA.
Pretextos no le faltan.
Dice que es para impedir que lleguen Roberto Cruz o Gerardo Vargas.
No los considera como valiosos para su partido y piensa cerrarles el paso con su auto destape.
No le den vueltas.
MORENA es el partido con mayor votación estatal y nacional y eso le traerá apoyos muy jugosos, y es por eso que hay quién diga aquí estoy y levante la mano para hacerse notar.
Es lo mismo que pasó cuando los partidos de oposición al PRI tuvieron espacios legislativos con plurinominales.
Recuerdo que se batallaba para conseguir candidatos por el PAN y luego el PRD, pero cuando hubo lechita en el biberón, todo mundo quería las candidaturas y se fueron formando ínsulas que luchaban a muerte por lograr ser considerados.
“Merary se presenta como una moderna Juana de Arco que luchará hasta morir para que sus ideales sean los triunfadores”
“Si chuy”, dijera don Teofilito.
Los interéses son los que mandan en el nuevo partido y no hay de otra.
Merary tiene intenciones para dentro de dos años y busca tener una posición envidiable y cargada de lana para llevar a cabo sus propósitos.
La fórmula es sencilla.
Dinero es amor y hasta mañana.