Por Olga Marina López
EMPEZAMOS… Después de un periodo, algo largo para mi gusto, de estar lejos del análisis, la crítica y el reconocimiento cuando así se amerita, hoy regresamos con esta columna, que por muchos años publicó el Semanario La Gaceta, y que hoy reiniciamos desde esta plataforma, PUNTO Y COMA NOTICIAS. Como siempre, gracias mil por el favor de su lectura.
EL BERRINCHE DEL QUÍMICO.- La plática sobre el proyecto Parque Central, de parte del empresario Ernesto Coppel Kelly, en el marco de una reunión de Coparmex, a la que el empresario fue invitado, levantó ámpula en el lugar menos esperado. El alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, quien siempre se había opuesto al proyecto, se molestó, pero no por el desarrollo como sucedía antes, sino por el acaparamiento de reflectores.
En un claro berrinche, que además fue boletinado de manera oficial, el munícipe no sólo acusó al empresario de decir algo que habían quedado (según asegura) de dar a conocer en conjunto, sino que sin medir sus palabras, dice que a Neto Coppel habría que ponerle bozal.
Sin duda el quimico se engolosinó por el éxito de su pleito con los Toledo, acusados de robarse el agua vía tomas clandestinas en el Estadio Teodoro Mariscal, y quienes terminaron por pagar a la Jumapam cerca de 3 millones de pesos, pero Benítez no ha caído en cuenta que hoy no se trata de pelearse con alguien que se robó nada del municipio, o del pueblo, como es siempre su amparo, sino de un empresario que le ha apostado a Mazatlán y que del Parque Central, del Nuevo Acuario y el Museo, tiene la calidad moral para hablar, ya que más allá de reflectores, le ha invertido más de 300 millones de pesos, en un proyecto que de acuerdo con lo informado por Neto Coppel, le aportará a Mazatlán identidad y una mejora inmediata de 10 puntos porcentuales en la ocupación hotelera. Alguien tiene que decirle al químico que ponga los pies en la tierra, pues sus ofensas podrían costarle muy caro a Mazatlán, lo que por cierto viene de un alcalde que ya tiene más de un mes sentado en la silla de la alcaldía, tiempo que se le ha pasado en pleitos infructuosos y no en actos de gobierno, como nueva obra, por ejemplo, Ernie Sanchez un mazatleco que vive en Suiza, y que en sus redes sociales, escribió lo siguiente:
CARTA ABIERTA SIN BOZAL……..VIA SUIZA
Decía Sir Winston Churchill: «El tacto es la capacidad de decirle a alguien que se vaya a «La Chingada» (rancho de AMLO) de tal manera que le den ganas a uno de ilusionarse con el viaje». La manera en que el Quím-Alcalde nos dio a entender que el empresario Ernesto Coppel es un perro que necesita de un bozal, y que de ser posible «lo vamos a poner en paz», no comulga para nada con el depurado tacto de Sir Winston para expresar un punto sin hacer enemigos. Decirle al señor Coppel, ya convertido en «chucho» por el Químico, que lo «va a poner en paz», es decir que lo va a sedar con una sobredosis de anestésico cuyo efecto será ponerlo en paz para siempre, pues esa es la manera en que se pone en paz a un can. Aquí entre nos, es la primera vez en 70 de mis floridos abriles, que leo que un alcalde le llama «perro» a uno de sus conciudadanos…no class! Atacar a Ernesto Coppel, de esa manera, es decirle «perros» a todos los miembros de la familia Coppel, incluyendo al gobernador en funciones, pues los Coppel fueron cortados por la misma tijera «coppeliana» que llegó desde Polonia a gozar la Perla del Pacífico. Por lo tanto, te invito a elevar tu protesta contra el «tonito» y el «modito» del Alcalde para dirigirse a la ciudadanía porteña en términos tan «perruscos». Si tienes un amigo Coppel, y quieres expresar tu opinión a favor, escribe tu voto en forma de mensaje….reciban «perronas» gracias!!….abrazos desde Suiza, donde los perros no ladran…ínguiasu!
Y yo le agregaría (o agrego) Y TODO POR UNOS REFLECTORES… Y LA MANIFIESTA SOBERBIA.
Aún es tiempo de poner los pies en la tierra. Ojalá los asesores logren aterrizar al alcalde.